El Parlamento iraní destituyó mediante un un voto de censura al ministro de Economía, en medio de una fuerte depreciación de la moneda nacional frente al dólar y un proceso inflacionario que asfixia a los hogares.

Abdolnaser Hemmati, ahora ex ministro de Economía y Finanzas, estaba en el cargo desde agosto del año pasado, y fue considerado por los parlamentarios responsable del rápido deterioro de la situación económica.

En total, 182 diputados de 273 votaron "a favor de la destitución del ministro de Economía y Finanzas, declaró el presidente del Parlamento iraní, Mohammad Baqer Qalibaf, a la televisión estatal iraní.

 

Antecedente

Se trata del segundo ministro de Economía que es destituido por el Parlamento desde el año 2018.

Según la agencia de noticias Isna, Rahmatollah Akrami, viceministro de Economía, fue nombrado ministro interino.

Los diputados opuestos a la destitución de Hemmati argumentaron que la decisión, que se produce poco antes del Año Nuevo persa (20 de marzo), desestabilizaría aún más la situación en los mercados.

El diputado Ruhollah Motefaker Azad denunció que "la población no puede soportar una nueva ola inflacionaria y la subida del precio de las divisas", que encarece las importaciones.

 

Inflación

"La gente ya ni siquiera puede permitirse comprar medicinas", afirmó otra diputada, Fatemeh Mohammadbeigi.

"El mayor problema para la economía es la inflación. Es crónica y lleva años afectando a la economía", defendió Abdolnaser Hemmati, exgobernador del Banco Central.

Desde 2019, la inflación en Irán supera el 30% anual, según datos del Banco Mundial. En 2023 alcanzó el 44,5%, según la institución con sede en Washington.

 

Devaluación

Se desconoce la cifra del año pasado, pero la depreciación de la moneda iraní, el rial, se ha intensificado desde la caída en diciembre del presidente sirio Bashar al Asad, de quien Irán era el principal aliado.

La devaluación se aceleró más desde el regreso en enero a la Casa Blanca de Donald Trump, cuyo primer mandato estuvo marcado en 2018 por la retirada unilateral de un acuerdo internacional con Teherán sobre su programa nuclear y el restablecimiento de sanciones.

El gobierno dispone de tres meses para presentar un sustituto, cuyo nombramiento deberá ser ratificado por votación en el Parlamento.