El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respaldó con firmeza su decisión de desplegar la Guardia Nacional en Los Ángeles en medio de las protestas de

satadas por sus políticas migratorias y apuntó directamente contra el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de esa ciudad, Karen Bass. "Si no lo hubiéramos hecho, Los Ángeles habría sido completamente arrasada", aseguró desde su red Truth Social.

Trump recurrió al Título 10, una norma federal poco usada que permite enviar tropas sin la aprobación del gobernador, para ordenar la movilización de 2.000 efectivos. La medida se aplicó tras tres días de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que incluyeron bloqueos de autopistas, vehículos incendiados y más de cincuenta arrestos.

Mientras la Casa Blanca defendió la decisión como una "respuesta necesaria para garantizar el orden público", el gobernador Newsom rechazó la intervención y la calificó como una "grave intromisión en la soberanía estatal". Desde su cuenta en X, pidió el retiro inmediato de las tropas y reclamó que "devuelvan el control a California".

 

Marines

Hace minutos, medios estadounidenses informaron que Trump ordenó el despliegue de cientos de marines en Los Ángeles para reforzar el operativo de seguridad, y estarían llegando en las próximas 24 horas, informa ABC News, que cita a un funcionario de la administración.

Se trataría de "más de 700 agentes" estacionados en el Centro de Combate Aéreo-Terrestre del Cuerpo de Marines en California, que se sumarán a las miles de tropas de la Guardia Nacional que ya se encuentran en la urbe californiana, según le aseguraron a CNN tres fuentes familiarizadas con la situación. 

Las manifestaciones comenzaron el viernes en respuesta a redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) contra inmigrantes indocumentados. Según confirmó la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al menos 35 ciudadanos mexicanos fueron detenidos. "No son criminales, son hombres y mujeres de bien", subrayó.

 

Disturbios

En la noche del domingo, decenas de manifestantes bloquearon una autopista durante más de una hora. Los choques con la policía dejaron 56 detenidos y tres oficiales heridos. La Policía de Los Ángeles prohibió reuniones en el centro de la ciudad y cercó la zona del Civic Center. Imágenes televisivas mostraron calles vacías patrulladas por unidades blindadas y soldados fuertemente armados.

La alcaldesa Karen Bass criticó el uso de la fuerza militar en zonas urbanas. Sin embargo, voceros del Departamento de Seguridad Nacional indicaron que las tropas solo se instalaron en edificios federales para protegerlos de actos vandálicos. En ese mismo sentido se expresó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien destacó que la Guardia Nacional "está entrenada específicamente para este tipo de situaciones multitudinarias".

A pesar de la tensión, Trump se mostró desafiante y sugirió que podría extender el despliegue a otras ciudades. "No vamos a permitir que esto le ocurra a nuestro país", advirtió ante la prensa. Incluso recibió el respaldo del titular republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien no descartó el uso de infantes de marina activos si la situación escala.

 

Imagen

Trump también aprovechó para atacar a Newsom, a quien calificó de "tremendamente incompetente". "Me cae bien, pero no sabe gobernar. Todos lo saben", disparó el presidente, que busca fortalecer su imagen en un año electoral.

Organizaciones de derechos humanos denunciaron una "militarización sin precedentes" en respuesta a movilizaciones sociales.