El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una demanda por difamación contra The Wall Street Journal, sus periodistas y los grupos de medios Dow Jones, News Corp y Rupert Murdoch, luego de que el diario publicara un artículo que lo vinculaba con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.

La presentación judicial se realizó en un tribunal de Miami, Florida, y responde a una nota publicada por el WSJ que atribuye a Trump el envío de una carta de cumpleaños a Epstein en 2003, con contenido que el mandatario desmintió públicamente.

Según el artículo original, la supuesta misiva incluía un dibujo con connotaciones sexuales: "Un par de pequeños arcos marcan los pechos de la mujer, y la firma del futuro presidente es un garabato de 'Donald' debajo de su cintura, imitando el vello púbico", afirmó el diario.

Además, la carta decía: "Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto". La publicación generó un fuerte rechazo del entorno del presidente, que niega su existencia y acusa al medio de publicar información falsa con intenciones políticas.

A través de su red social Truth Social, Trump adelantó que accionaría legalmente contra los responsables de la publicación. "El Sr. Murdoch afirmó que se encargaría del asunto, pero no tenía la facultad para hacerlo. Están difundiendo una historia falsa, maliciosa y difamatoria", aseguró.

El Presidente sostiene que la información busca dañar su imagen pública y condicionar su campaña en el proceso electoral de 2026. Por eso, decidió avanzar con una demanda civil que también involucra a los periodistas responsables de la nota.

Trump ya enfrentó múltiples procesos judiciales desde que dejó y volvió a la Casa Blanca, tanto en el plano civil como penal. Sin embargo, esta demanda lo posiciona como demandante, en un intento por desacreditar los informes que lo relacionan con Jeffrey Epstein, condenado por abuso y explotación sexual de menores, y hallado muerto en prisión en 2019.

Desde el entorno de Murdoch aún no respondieron públicamente a la demanda, pero medios estadounidenses anticipan que sus abogados se respaldarán en la Primera Enmienda, que protege la libertad de prensa en EE.UU.