El turismo generó un drenaje de USD2.009 millones durante el primer cuatrimestre. El ritmo se mantiene creciendo y, si se sostiene el promedio de marzo-abril, el déficit sectorial llegará a los USD6.600 millones anuales. En abril, a eso se le sumó un pago al FMI por USD687 millones e importaciones energéticas por USD796 millones. La devaluación del yuan terminó de darle un nuevo golpe a las reservas. Todo eso tuvo cierta continuidad en mayo. Los pagos de importaciones baten récord y, con tanta demanda, los dólares del agro siguen sin alcanzar para sumar divisas.

Con todo, las reservas brutas cayeron USD1.131 millones en abril, principalmente por la devaluación del yuan y su impacto sobre las divisas del swap, que restó USD1.087 millones. Ese fenómeno mostró una dinámica algo más amigable en las últimas jornadas: aunque en la primera quincena llegó a restar otros USD847 millones, ahora se redujo a un drenaje de USD310 millones para lo que va del mes. A eso se le sumaron pagos a organismos internacionales por USD572 millones. Así, las reservas brutas no crecieron en mayo e incluso cayeron en torno a USD463 millones.

Lo que complica junto con el turismo, el yuan y los pagos a los organismos multilaterales es la importación energética, de cara a la llegada del invierno. Ese factor agrega más demanda de divisas. En abril, los pagos al Fondo restaron USD687 millones. La energía otros USD796 millones. Si se observa el total de los pagos de importaciones, incluyendo todas sus formas, totalizaron USD5.990 millones, un nivel desproporcionado para la dinámica histórica. Según el Indec, que en lugar de pagos mide declaraciones juradas de Aduana, mientras las importaciones energéticas crecieron 203,1%, las de consumo también presionaron con un alza de 26,9%.

Por el otro lado, los pagos por exportaciones también se manejaron en niveles récord y llegaron a USD7.393 millones en abril. Pero aun así la balanza de bienes, que dejó un superávit de USD1.403 millones, no alcanzó para apuntalar reservas y tranquilizar al sector industrial, que reclama en forma creciente una reapertura de las importaciones productivas.

Los USD6.600 millones anuales potenciales del Turismo representarían un incremento importante respecto a la cantidad de dólares que se fueron al exterior por esa razón durante 2020 y 2021. En 2020 el rojo turístico externo fue de apenas USD2.410 millones y en 2021 de sólo USD2.679 millones. En 2017, en pleno atraso cambiario y pico histórico de actividad económica, con el contexto electoral como escenario, trepó a USD12.663 millones.

Los números de abril del mercado cambiario mostraron que la dinámica del turismo, cuenta que supo ser una de las claves para explicar las restricciones cambiarias de los dos gobiernos anteriores, dado que ambos apelaron al atraso cambiario, encontró un nuevo piso de USD550 millones mensuales de rojo externo. 

Aunque la pandemia sigue generando una protección extra, lo cierto es que el ITCRM tuvo su promedio más bajo para la actual gestión durante mayo, aunque en los últimos días del mes se empezó a revertir la dinámica. Luego de las elecciones del 2021 y el pico inflacionario, el Gobierno deberá empezar a corregir.