Las ventas minoristas de Brasil cayeron en julio en relación con junio, en su tercer baja mensual consecutiva según datos de la agencia gubernamental de estadísticas IBGE,  en medio de los intentos del presidente Jair Bolsonaro por dar un impulso a su campaña de reelección a través de entregas de dinero en efectivo y recortes de impuestos para fomentar el consumo.

El volumen de ventas minoristas cayó un 0,8% respecto al mes anterior, mientras que los economistas encuestados por Reuters esperaban un aumento del 0,3%. Desde julio del año pasado, las ventas retrocedieron un 5,2%. Los economistas esperaban que mostraran una disminución del 3,5 por ciento.

De las ocho actividades encuestadas por la agencia, solo combustibles y lubricantes registraron un crecimiento en el mes, lo que refleja una serie de recortes en los precios de los combustibles por parte de la petrolera estatal Petrobras.

La mala secuencia de resultados acerca a Brasil a los niveles previos a la pandemia, luego de haber estado significativamente por encima de las expectativas.

 

Comicios

"Este nivel ya ha sido mucho más alto. En julio de 2021 estaba un 5,3% por encima de febrero de 2020", dijo en una nota el encargado de la encuesta, Cristiano Santos.

Considerando el sector minorista extendido, que incluye automóviles y materiales de construcción, las ventas minoristas brasileñas cayeron un 0,7% en julio frente a junio.

Los brasileños irán a las urnas el 2 de octubre y entre las principales preocupaciones se encuentran asuntos económicos reales como los salarios y el empleo. Bolsonaro se encuentra 15 puntos por detrás de su principal rival, el ex dos veces presidente Luis Inácio Lula da Silva, y ahora confía en que un paquete de estímulo de varios miles de millones de dólares le ayudará a impulsar el crecimiento, desacelerar la inflación y mejorar la confianza, publicó la agencia Bloomberg. Gran parte de la ayuda comenzó a pagarse a principios de agosto.