La Semana Santa en Argentina representa un momento ideal para descansar y hacer escapadas con la familia. Aún así, no deja de ser una de las fechas más importantes del calendario católico cada año. Después del Jueves Santo que dio inicio al fin de semana largo, ¿qué representa el Viernes Santo?

Este periodo marca el fin de la Cuaresma y dura una semana: comienza en el Domingo de Ramos, y finaliza en el Domingo de Pascuas. En este contexto, los creyentes reflexionan sobre la crucifixión y resurección de Jesucristo. 

A lo largo de estos días, es común que se realicen con más frecuencia la oración, la limosna y el ayuno, incluso hasta no comer carnes rojas desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurección, aunque no todos deciden hacerlo.

Es la seguidilla desde el jueves hasta el domingo la que es más importante para la Iglesia Católica, siendo el Viernes Santo un día clave en toda esta semana de reflexión.

Es en el Viernes Santo cuando se da lugar a la Pasión de Cristo, a raíz del aprisionamiento y la muerte de Jesús que representa el más grande sacrificio en la historia de la fe de la religión católica.

Según la Biblia, es la detención y condena a Jesús la que da inicio al Viernes Santo, y lo que lo lleva al Juicio de Sanedrín. Allí, fue decidido que seria crucificado por orden de Poncio Pilato. Luego del decreto, ocurrió su peregrinación hasta el Monte Calvario, en donde cargó con la cruz en sus espaldas mientras lo torturaban y humillaban. 

El momento culmine ocurre cuando, al llegar al destino final, Jesús es crucificado junto a dos ladrones, y bajo su cruz llevó un cartel con la leyenda "Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos".

Se lo considera como un día de luto y reflexión obligatoria, Por eso, es común que muchos creyentes realicen ayuno y abstinencia. También es el momento en el que no se deben comer carnes rojas en honor al sacrificio y las ayunas que hizo durante 40 días antes de su condena. 

Es muy común que se realicen distintos viacrucis que son siempre bienvenidos por una multitud de creyentes, a partir de los cuales se recrean los momentos más movilizantes del martirio que vivió Jesús con la cruz cargada en su espalda. 

En ese sentido, es todo lo contrario al Domingo de Resurección, que está anclado a la alegría que produce la resurrección de Jesús. Se trata de un día ideal para dedicarse a la reflexión sobre la vida y obra de Jesús.