En un ejemplo real: el aeropuerto de El Calafate está estratégicamente ubicado. Desde allí, el centro de la ciudad está a solo 20 minutos y el majestuoso Glaciar Perito Moreno a unos 80 km. Apenas aterrizás, ya estás inmerso en el paisaje patagónico.

¿Por qué conviene el avión?

Es la única opción lógica para llegar a este destino austral. Pero la gran ventaja es la infraestructura del aeropuerto: desde allí mismo podés contratar transfers, excursiones directas al glaciar o alquilar un auto, sin necesidad de pasar por la ciudad si tu tiempo es limitado.

¿Y la plata?

Volar a El Calafate requiere un presupuesto, pero optimizar el tiempo es clave. Un transfer o bus desde el aeropuerto al glaciar puede costar desde $70.000. Si bien parece caro, te permite aprovechar el día de llegada al máximo, convirtiendo un día de traslado en un día de turismo.

 

¿Y si tengo mucho equipaje?

Si tu plan es quedarte en El Calafate, la mayoría de los transfers y remises te llevan a tu hotel sin problemas. Si vas a hacer una excursión directa, coordiná previamente con la agencia de viajes para la gestión del equipaje.

¿Viajar con familia conviene?

Totalmente. La comodidad de aterrizar y tener todas las opciones a tu alcance es ideal para viajar con niños. Evita traslados innecesarios y permite que la familia se sumerja en la experiencia de los glaciares de inmediato.

Tips finales para aprovechar:

Muchos tours al glaciar ofrecen pick-up directamente en el aeropuerto. ¡Consultá al reservar! Alquilar un auto en el aeropuerto te da la máxima flexibilidad para recorrer el Parque Nacional a tu ritmo. El vuelo es la parte más cara del viaje. Compralo con la mayor antelación posible. La entrada al Parque Nacional Los Glaciares se paga aparte y se recomienda comprarla online. No te limites al Perito Moreno; desde El Calafate también salen las navegaciones a los glaciares Upsala y Spegazzini.

El Calafate es un destino donde cada minuto cuenta. Volar te pone en el centro de la acción desde el momento en que aterrizás.