Tras muchos meses sin fiestas ni boliches habilitados, la Provincia de Buenos Aires da las primeras señales para que vuelvan las celebraciones masivas en su territorio con los protocolos correspondientes. El máximo será de 200 personas y se deberá respetar un tope de 30% del aforo del espacio permitido.

Durante la conferencia de prensa que se produjo en La Plata, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, adelantó que el gobierno bonaerense trabaja en un protocolo que será presentado “esta semana” para que vuelvan las fiestas masivas.

"Hace días que venimos trabajando con intendentes y con el Ministerio de Seguridad para desactivar las fiestas clandestinas. Para descomprimir esto vamos a presentar esta semana un protocolo para espacios de entrenamiento nocturno", puntualizó Bianco.

 

El ministro también adelantó algunas de las condiciones que deberán respetarse para que puedan habilitarse estas fiestas: se propondrá a los adolescentes que intenten "evitar compartir vasos", que usen "todo el tiempo posible tapabocas y nariz" y que aseguren "el distanciamiento entre las personas".

"Esta es una posibilidad para que los jóvenes puedan disfrutar de actividades al aire libre y evitar fiestas masivas ilegales de 2.000 personas, sin controles, ni cuidados. Estamos dándole a la situación una salida racional", planteó.

El límite de concurrencia será de 200 personas con distanciamiento y tan solo con el 30 por ciento de la capacidad total, por lo que se deberán realizar en lugares acondicionados y de un tamaño importante que permita cumplir con las pautas que marca el gobierno provincial. La medida llega justo antes de las celebraciones típicas de fin de año.