El derrumbe del CCL aplacó con fuerza a los costos empresarios
Tras una baja del 5,9% en la cotización del dólar financiero entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, los precios mayoristas, que muestran la dinámica de los insumos transables, anotaron una suba del 1,2%, la menor desde mayo del 2020
La inflación mayorista, una canasta que da cuenta principalmente de la dinámica de precios de los insumos transables, fue de 1,2% durante durante octubre. Fue la menor variación desde mayo del 2020, tal como destacaron desde el Ministerio de Economía. El atraso cambiario y la reducción fuerte de la brecha entre el tipo de cambio oficial y los financieros fueron clave para el fenómeno que llevó a los costos empresarios a perforar el 2% del crawling peg. La menor suba de costos jugará a favor reduciendo las presiones inflacionarias hacia adelante.
El Indec publicó el informe del Sistema de índices de precios mayoristas correspondiente a octubre, que muestra todos los meses la variación del Índice de precios internos al por mayor (IPIM), una canasta de precios formada principalmente por insumos transables. El informe, a diferencia del IPC, que está formado por precios al consumidor, no releva la variación entre promedios mensuales, sino que saca una foto de los costos al 15 del mes en estudio y los compara contra el 15 del mes anterior.
Vale destacar, en ese sentido, dos cuestiones: por un lado, que el IPIM, por su carácter de medición de muchos costos empresarios transables, es mucho más sensible a las dinámicas del dólar. Por otro, además, que entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre el CCL mostró una caída del 5,9%. Y es que el blanqueo generó un ingreso masivo de dólares que sirvieron de oferta para los distintos mercados del dólar, lo que incidió positivamente en una brecha cambiaria que, en ese mismo período, bajó desde el 27,8% al 18% (hoy, en el 8%). A eso se le sumó la baja del impuesto PAIS.
Desde LCG reseñaron el fenómeno y agregaron una advertencia, porque el atraso cambiario se puede volver en contra: “En un índice donde los bienes transables tienen una ponderación mayor que en los precios al consumidor, el tipo de cambio moviéndose al 2% mensual, pero con brecha y expectativas ajustando a la baja explican la menor inflación mayorista. La promesa del Gobierno de avanzar en una disminución del crawling peg a 1% podría alentar una convergencia más acelerada, pero los riesgos de generar tensiones mayores en el mercado de cambio ante las menguadas reservas podrían significar un freno para esta convergencia”.
Y agregaron para lo que viene: “Quedará analizar cómo reaccionan los formadores de precios ante una recuperación más vigorosa de la demanda: ¿recomponen márgenes? Para lo que queda del año, asumimos registros por debajo del 2% mensual que llevan a cerrar el año con una inflación anual del orden del 70% medida a diciembre (recordar que la inflación mayorista en diciembre de 2024 había sido del 51% mensual después de la devaluación)”.
Los precios mayoristas por debajo del IPC implican a priori menos presión inflacionaria ya que, más allá de que no es lineal, los costos empresarios no superaron a los precios finales y, por ende, no hay reducción de márgenes de ganancia. En lo que va del año, los mayoristas treparon un 63,4% y el IPC un 107%, lo que no da señales de necesidad de traslado a precios. En los últimos 12 meses, además, el IPC trepó un 193% y el IPIM un 179,9%.
El director del BCRA, Federico Furiase, celebró: “La inflación mayorista perfora el ritmo del crawling del tipo de cambio con la actividad recuperando, el BCRA comprando dólares y la brecha cambiaria colapsando junto al riesgo país. La efectividad del ancla cambiaria es endógena al superávit fiscal, al ancla monetaria y a la estrategia financiera”.