Thriller nórdico en Film & Arts

Kieler Street: mi vecino, el asesino

Un apacible pueblo escandinavo oculta hechos oscuros, tras su fachada de gente amable y respetuosa. Intrigas y gente desesperada en esta original historia que llega al cable básico

acaballero

¿Quien no utilizó alguna vez el concepto de “escandinavo” como ideal social, económico y político? Especialmente en nuestros castigados países del sur, nos permitimos soñar con un PBI noruego o una calidad de vida sueca. No será consuelo pero al menos, en “Kieler Street” (“Kielergata”) vemos algo bastante diferente bajo la máscara de la amabilidad y el respeto, en un tranquilo un pueblo ubicado entre la frontera de Noruega y Suecia.

El canal Film&Arts da comienzo a los “Martes nórdicos” este martes 23 a las 22 -repite el domingo 28- con este original thriller basado en personajes que deconstruyen todo lo que uno puede esperar de una sociedad considerada la más equilibrada del mundo.

La calle Kieler se encuentra en la apacible Slusvik, una ciudad que según las estadísticas oficiales, es la más respetuosa de la ley en todos los países nórdicos. El mayor evento es el festival anual que se celebra cada verano y concentra la atención de sus habitantes, que se preparan especialmente para la ocasión.

Pero la verdad es muy diferente: el pueblo tiene la tasa más alta de delincuentes per cápita en Escandinavia. En el primer episodio se puede ver cómo Jonas, en pareja con una mujer que tiene una hija adolescente, dirime con simulada paciencia los asuntos domésticos. Alcóholico en recuperación, se esfuerza por complacer a su esposa, exageradamente estresada por la organización de la comida que reunirá a todos los vecinos, y contener a la joven con los problemas universales de todo centennial.

 

Kieler Street: mi vecino, el asesino

Las trivilidades del día comienzan a acumularse para el protagonista: se acabó el pan de salchichas en el pueblo, la mascota de la casa está enferma, su hijastra se trenza a golpes con una compañera de colegio y su jefe es un bully pasivo-agresivo. Pero lo que sacará de sus casillas a Jonas será una conversación con uno de sus vecinos, que le revelará un descubrimiento amenazador para su pueblerina y pacífica vida. Entonces, correrá la sangre.

Al mismo tiempo, Jonas se entera que todos sus conocidos tienen tanto o más que ocultar que él, lo que abrirá un juego siniestro: Slusvik en general, y la calle Kieler en particular, es el hogar de varias personas que, por diferentes razones, han cambiado su identidad sin estar en contacto con el gobierno. ¿Qué tan lejos estarán dispuestos a llegar para mantener sus nuevas vidas?

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