Como todo hijo de vecino sabe, hoy es el Día del Amigo. Es internacional (se conmemora la llegada del Hombre a la Luna, de hecho) y es la excusa para llenar restaurantes y pasarla mal mientras se ocupan y desocupan mesas. También puede ser el mejor momento para llamar gente a la que le hablamos poco pero que merece nuestro saludo, y sí, para encontrarse a pasarla bien con los que uno quiere. La amistad, como todas las clases de amor -lo es, lo es- no tiene forma de definirse de modo sencillo. Para el cine, es un dispositivo bastante útil y ha sido objeto de muchas visiones diferentes. A la hora del optimismo, las películas más interesantes sobre el tema (o que lo incluyen de un modo indefectible) están en Disney+, y aquí va una selección.

Contra lo imposible, en realidad Ford Vs. Ferrari, es una gran película de James Mangold sobre cómo la firma de Detroit decidió competir contra la tradicional casa italiana en las 24 horas de Le Mans. Pero si bien el bastidor del cuento es la lucha corporativa y el motor del drama, las carreras de autos, es en realidad la historia de una amistad entrañable entre un corredor (Christian Bale) y un constructor de autos (Matt Damon). Todo el corazón de la película (y aclaremos que es de esas que lo tienen muy grande) pasa por esa relación que no siempre es de alegrías y abrazos (la pelea a trompadas resuelta con un par de sanwichs y gaseosas es un ejemplo clarísimo) que vuelve todo una aventura humana Sí, es de las mejores películas de los últimos veinte años, de paso.

Otra a la que podemos otorgarle sin vergüenza y sin exagerar el título de "obra maestra" es Ratatouille, el clásico de Pixar. Es cierto que el cuento se centra en una rata que desea convertirse en chef de la alta cocina (y, misterio de misterios, tiene toda la capacidad para lograrlo), pero el núcleo es la relación primero utilitaria y luego amistosa entre el animalejo y un torpe cocinero humano. Hay algo más: sin contar este lazo que rompe los lugares comunes de la relación hombre-mascota (uno se pregunta quién es mascota de quién en este caso), aparece otro tipo de amistad: el que se basa sobre la admiración mutua (lo que une a Rémy con el crítico gastronómico Anton Ego, enorme creación del cine cuyo monólogo final es ya un texto clásico). Casi una teoría sobre cómo se hacen las amistades.

Sigamos con las buenas buenas. Zootopia es una animación sobre un mundo de animales donde una conejita policía y un zorro estafador, forzados a colaborar por las circunstancias, se hacen amigos. Ahora bien: esta película es una especie de gran "chiste" sobre el cartoon con animales, porque el "caso" (la desaparición de animales originalmente carnívoros) incluye varias capas de crítica social y política, y de hecho es en el fondo un policial negro con todas las de la ley, lo que implica mucha corrupción detrás. Cuando se la vuelve a ver y se toma con ironía todo lo "lindo" que pueden ser sus personajes, resulta algo bastante oscuro y al mismo tiempo atractivo. Pero la amistad entre esos dos personajes permite que todo se convierta en algo así como una comedia sarcástica. Es una película de gran originalidad, aunque en los primeros minutos uno crea otra cosa.

Algo parecido sucede con el megaclásico de Robert Zemeckis y Steven Spielberg ¿Quién engañó a Roger Rabbit? Vamos aquí a subrayar -hace falta porque nuestros ojos ya se acostumbraron a otra cosa- que toda la animación de la película, a cargo del gran Richard Williams, se hizo a mano, cero computadoras, lo que vuelve todo incluso más apabullante. La gran relación de la película es la que se crea entre el detective privado en la mala Eddie Valiant y el conejo de dibujos animados Roger, perseguido por un asesinato que no cometió. Lo que comienza con una enorme desconfianza e incluso reflejos "racistas" por parte del detective, se vuelve una relación casi fraternal. Hay algo más, que une la técnica a la trama: Bob Hoskins trabajó solo en el set, sin nadie que hiciera las veces de "Roger", agregado después al rodaje totalmente a mano. Así que en gran medida, el actor crea ambos personajes como dos caras de una misma moneda. De paso, hay asesinatos, infidelidades, corrupción política, violencia policial y, como en Chinatown, un turbio asunto de propiedades. Para que sigan tildándola de "película para chicos", claro.

Una de las películas más cómicas del Disney de las últimas décadas fue el éxito sorpresa Las locuras del emperador, que en el principio iba a ser una película mucho más dramática y mucho más larga. Pero lo que quedó es mucho menos "Disney" que un cartoon frenético que cuenta la amistad entre un campesino (escuche en inglés la notable voz de John Goodman) y un emperador inca devenido llama (David Spade, genio de la comedia) viviendo aventuras entre montañas y selvas. Lo brillante es que esa relación que rompe clases sociales nunca se subraya y se va creando, poco a poco, a través de los momentos más disparatados que pudieron imaginar los animadores. Además es,como todo gran filme cómico, tan breve como para que el impacto funcione.

Y finalmente, la gran Lilo & Stitch, la amistad entre un animal extraterrestre y superdotado y una nena huérfana con problemas de conducta. Aquí además, se quiebra todo lugar común y se toca el tema de la soledad y la discriminación sin nadie que levante el dedito. Vertiginosa y tierna a la vez, es de las películas menos "de la casa" de Disney (la ciencia ficción, el humor a veces absurdo, el trato realista de la mente infantil) y a la vez de las más fieles al espíritu de hacer del espectador un amigo. Imposible no llorar con el plano final.