Entre las rarezas provocadas por la pandemia, la taquilla de los Estados Unidos produjo una nueva el pasado fin de semana. En efecto: la película ganadora en las salas de ese país (un 70% de las disponibles ya abrió aunque con límites en el aforo) fue Demon Slayer-El tren infinito, que en la Argentina debió tener estreno el pasado 22 de abril (y se suspendió sine die, restricciones mediante). La curiosidad consiste en que se trata de un largometraje basado en una serie animé japonesa. En general, las únicas películas animadas de ese país que pican alto en la taquilla -y han llegado a ganarla por breves días- son las de Hayao Miyazaki (estrenadas en sociedad con Disney o Sony). Esto es excepcional.

Segunda excepción: llegó al primer puesto de las recaudaciones (con 6,4 millones de dólares) en su segundo fin de semana, algo que no es del todo extraordinario pero sucede pocas veces. A la fecha, recaudó 34,1 millones de dólares. Y le ganó a (lo más parecido a)un tanque de Warner Bros., Mortal Kombat (que solo tuvo un día de exhibiciones en la Argentina, el pasado 21 de abril). La diferencia consiste en que Mortal..., al mismo tiempo, se puede ver en HBO Max, el SVOD de Warner, como sucede y sucederá con todos los productos grandes de la firma durante 2021.

Y, para terminar con las rarezas, algo que ya no lo es tanto y se ha convertido casi en una norma: ninguna de las películas que la semana pasada ganaron el Oscar (especialmente Nomadland, que solo se puede ver en cines) movió la aguja de la taquilla. Es cierto que la mayoría está en SVOD, pero lo poco que está en pantallas no tuvo demasiado crecimiento (eufemismo: no tuvo crecimiento) por unos premios ya sin prestigio.