Matt Remick (Seth Rogen), un ejecutivo de la industria cinematográfica que trabaja en Continental Studios, disfruta visitando el set de las películas y quiere hacer aportes valiosos. Su sueño es llegar a ascender en la compañía y hacer proyectos significativos, a tono con las glorias que habitaron ese templo del celuloide de Los Ángeles. Cuando le llega la oportunidad de estar al frente de la empresa, se da cuenta de que no es tan fácil hacer películas valiosas, ganar dinero y mantener a todos contentos.

El estudio (The Studio) es una sátira disparatada que se mete en las entrañas de Hollywood, donde los intereses del negocio pujan con los deseos del arte. En esa clásica batalla se dan las situaciones más disparatadas, protagonizadas por un actor genial como Rogen, quien está secundado por un impresionante séquito de nombres famosos y cameos de estrellas. En el elenco central figura Kathryn Hahn (la estridente responsable de marketing que sabe hacer a la perfección trailers de películas que no existen),  Catherine O'Hara (la mentora desterrada) y Bryan Cranston, como el máximo directivo de Continental, quien propone hacer una película basada en una marca de bebida, en un intento de supervivencia financiera para la compañía. Si la competencia hizo fortuna con una famosa muñeca rubia de plástico, ¿por qué no?

Pasa por la pantalla parte de la constelación de Hollywood: de Martin Scorsese a Steve Buscemi, de Greta Lee a Ron Howard a Charlize Theron, de Sarah Polley a Zac Efron. La lista de actores y directores es larga y genera sorpresa en cada capítulo,  como sucedía, por ejemplo, con la serie francesa Ten percent, sobre una agencia de representantes de actores. Se dan escenas desopilantes en las que hay considerables referencias, guiños y críticas (se burlan hasta de la fascinación por los planos secuencia).

Un estreno que muchos elevan ya a la categoría de las mejores series del año (estamos en abril y parece haber gran ansiedad por consagrar títulos). Una propuesta muy lograda que encantará seguramente al público cinéfilo.