Orson Welles se divierte filmando una pesadilla
La Dama De Shanghai
Cuenta la leyenda que Orson Welles estaba en un aeropuerto y su productor lo instaba por teléfono a hacer una película lo antes posible. Y que agarró una novelita de un estante y dijo mi próximo filme será La dama de Shanghai. Como toda anécdota de Welles, huele a mentira: la atención al detalle que el realizador le pone a una novela negra llena de meandros que recorre como quien recorre una pesadilla (una de las grandes características de su cine: el tono irreal y tétrico, a veces grotesco, de los mundos que retrata). Hay un hombre, hay una mafia, y hay una mujer fatal -que era Rita Heyworth, que era la mujer de Welles, que está con el pelo corto y rubia, desafío de Welles a Hollywood y sacrilegio-, y hay una secuencia llena de espejos que multiplican el drama. Welles se divierte con amigos mientras narra la caída de un hombre y la desgracia del poder como si fuera una "novelita". En Qubit.TV