Las cuatro patas de la mesa albertista
El presidente fortaleció su rol partidario interno apoyado en sectores tradicionales y organizaciones sociales. La gestión sigue siendo un tema urgente y el nuevo Congreso, más hostil, será una realidad con la que deberá convivir dos años
"El Frente está unido, unificado, a pesar de que le duela a muchos y muchas que nos quieren ver desunidos y no nos perdonan que Cristina y Alberto se hayan unido". El canciller Santiago Cafiero puso en blanco sobre negro la línea política que el Gobierno comenzó a aplicar tras las elecciones legislativas y la lógica de perdedor-ganador que tomó como central.
Desde que se confirmaron los resultados electorales, el Frente de Todos se abroqueló tras la gestión de Alberto Fernández y manejó la agenda política como no lo había hecho en el tiempo de la desazón de las primeras abiertas. La actitud de pasar a la ofensiva contrastó -o tal vez fue posible- por la inexplicable chatura con la que Juntos defendió el resultado. Parte porque expuso la interna cada vez menos solapada entre Mauricio Macri y Horacio Rodriguez Larreta, parte porque el oficialismo cuando se siente empoderado consigue imponer discurso, aún en la ausencia de la vicepresidenta Cristina Fernández.
El punto cúlmine del fervor oficialista fue la celebración del Dia del Militante en la Plaza de Mayo, con Alberto Fernández como único orador. ¿Nació el Albertismo? ¿Es posible algo que se asemeje a una corriente que fortalezca y aúpe al Presidente?
Dime con quién andasEl acto del 17 de noviembre en la Plaza de Mayo fue ideado, organizado y motorizado por la Confederación General del Trabajo con conducción recién reelecta-electa (se sumó Pablo Moyano que no estaba en el triunvirato anterior) y tuvo el empuje del Movimiento Evita, que había organizado una plaza de apoyo al presidente después de las PASO del 12 de septiembre, pero que debió cancelarlo por la exposición de la disputa entre el Presidente y su vicepresidenta,que difundió una dura carta abierta pidiendo cambios en el Gabinete.
Con el resultado puesto de las elecciones, se sumaron otros dos sectores como actores para el Frente de Todos que viene y que empiezan a tener peso o que por lo menos empieza a tallar en la interna: los gobernadores y los intendentes, Los jefes comunales bonaerenses que siente que son dueños de una cuota parte importante del ajuste de resultado, ya pidieron que se habilite la posibilidad de reelección en sus distritos.
Entre los gobernadores, ya picó en punta Jorge Capitanich . El chaqueño es el que propuso una interna abierta pensando en el 2023 para dirimir liderazgos y sostiene la idea de institucionalizar el Frente de Todos. Tras la elección estuvo con el presidente Alberto Fernández y gran parte del Gabinete.
Junto a @JuanManzurOK recibimos a @jmcapitanich, gobernador de Chaco. Dialogamos sobre el triunfo electoral en su provincia y sobre las obras de infraestructura, tanto aquellas en marcha como las que se proyectan a futuro, que van a garantizarle al pueblo chaqueño una vida mejor. pic.twitter.com/g1JaEKLKYG
— Alberto Fernández (@alferdez) November 16, 2021
Es todavía una incógnita saber si Capitanich se piensa como presidenciable, como vicepresidenciable o como ministeriable pero sin dudas quiere volver a la Liga Nacional de las candidaturas. Mientras tanto algunos dentro del Frente de Todos miran con interés la figura del sanjuanino Sergio Uñac de mucho más bajo perfil Pero quién consiguió desplazar del centro de la escena al sanjuanino José Luis Gioja mandamás del peronismo de la provincia hasta hace poco.
Mientras se desprende del fervor militante y del reposicionamiento por haber achicado la diferencia electoral, el Presidente tiene varios puntos para resolver antes de fin de año: prometió el envío de un programa económico plurianual a un Congreso que no será tan complaciente, una propuesta que se solapa con el acuerdo de renegociación de deuda que parece entibiarse mientras se recalienta la economía doméstica. En definitiva, una bajada a tierra para reencauzar la gestión.