ENFOQUE

Una economía bimonetaria y el anarcocapitalismo ¿pragmático?

Un buen gobierno no se puede desatender de la suerte de los empresarios y de los trabajadores

Guillermo Moreno

En lo que va del año se ha analizado, en diversas oportunidades, cómo el Gobierno puso en marcha un conjunto de medidas que han sido catalogadas como un precario esquema, ya que, por falta de rigurosidad sistémica, lejos se está de poder encuadrarlas dentro de lo que suele denominarse "programa económico".Esto es producto de que los "dos decisores" por antonomasia tienen objetivas limitaciones (acorde con los "cánones" de la disciplina) para formularlo:

  • el Presidente, porque el "planificar" no está en su "hoja de ruta" además no se ha formado, debido a sus profundas convicciones, en macroeconomía
  • el ministro de Economía, que si bien cuenta con "expertise en la transa mesadinerista" presenta "cero" conocimiento y experiencia en el funcionamiento del aparato productivo.

En este marco, observando la gravedad de la caída en el nivel de actividad, es que en "Anarcocapitalismo... (Parte I)" (BAE Negocios, 26/05/2024) se mencionó que: "Dada la destrucción de valor en la inmensa mayoría de las compañías, los factores de la producción (fundamentalmente capital y trabajo) deciden ser devorados por la fatídica "depresión económica" o bien impulsar el "salto virtuoso" del incremento de los bienes y servicios ofertados en el mercado, previa modificación, claro está, del entorno político que los condiciona.

Se colegió luego, al analizar la retracción de la tasa de ahorro que está sufriendo la economía, en "Anarcocapitalismo... (Parte II)" (BAE Negocios, 3/06/2024), que: "Nunca, la disminución del patrimonio neto de las familias o de las empresas puede determinar el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), ya que nadie que se empobrece, invierte". 

Así es que se afirmó, cual colofón, que "esta gestión anarcocapitalista, sin ninguna duda, es más anarquista que capitalista".

 

Pues bien, a pesar de lo hasta aquí expuesto, hace algunas semanas, un consultor (3) desde otro "marco teórico" ha tratado de brindarle, con recaudos, cierta consistencia al accionar del Gobierno.

Es loable y digno de celebrar, la posibilidad, sobre este tópico, de un debate en la arena pública. Esa tarea se acometerá en lo sucesivo, pero para ello es menester repasar las

Afirmaciones del consultor
 

Parte de considerar, correctamente, que nuestro país opera su economía con dos monedas, el peso de circulación oficial y una "cosa" (que, a la sazón, hace las veces también de moneda) denominada "dólar estadounidense". Esta realidad, con más de sesenta años de historia, se ha impuesto como uso y costumbre, determinando, por lo tanto, una singular política monetaria en este suelo.

Ahora bien, la correcta administración del bimonetarismo necesita, para el buen funcionamiento del aparato productivo, una relación de cambio estable, entre la moneda (el peso) y la "cosa" (el dólar).

El consultor de marras presupone que la búsqueda del equilibrio fiscal y su mantenimiento en el tiempo, despreocupándose de la competitividad de la economía, garantiza el logro. 

Naturalmente, siempre hay un grado de depresión en el nivel de actividad que permite alcanzar el objetivo, pero también es cierto que el sano administrador lo que busca es la plena ocupación de los factores productivos.

En este caso, al no velar por el cuidado de las empresas domésticas (insiste: "no se preocupen por la competitividad"), la destrucción de capital y el desempleo campearán por estos lares.

Evidentemente, esto acarreará tremendas consecuencias sociales, cuyo final puede desembocar en una hipercrisis (3) anómica. Por cierto, hay otra manera de administrar correctamente...

 

Una economía bimonetaria

Como enseña la experiencia de la primera década de este siglo, armonizar la tasa de interés real entre ambas monedas es lo que debe procurar la política económica. Para ello, la tasa de interés nominal en pesos y la inflación doméstica tienen que asemejarse a la internacional.

El déficit fiscal total (4), permanente (calculado bajo el criterio de devengado) es una de las fuentes del proceso inflacionario. Por lo tanto, buscar y mantener el equilibrio fiscal es indispensable. También hay que ocuparse de las otras causas, que pueden en el corto y mediano plazo, generarla (5).

De este modo, una vez conseguida la tasa de interés real que hace indiferente el uso de una o de otra moneda, el equilibrio entre la oferta y la demanda de pesos estará garantizado, así también como la plena utilización tanto de la capacidad instalada como de la fuerza laboral, ya que el tipo de cambio competitivo y una correcta administración del comercio exterior garantizarán la hegemonía de las empresas domésticas en el mercado interno, lo que a su vez servirá como plataforma de lanzamiento comercial hacia la penetración en terceros países. Va de suyo que un buen gobierno no se puede desatender de la suerte de los empresarios y de los trabajadores.

La orientación económica libertaria (¿pragmática?) es incorrecta.

Antes de que sea demasiado tarde, el conjunto de la dirigencia política, empresarial, sindical, social y religiosa, tomando nota de las advertencias del accionista principal de la más importante acería argentina (6), debe mancomunarse a los fines de que a partir de una inserción internacional inteligente se generen las bases, de una vez y para siempre, para implementar un Modelo de Desarrollo Permanente y Sustentable (Modepys), con orientación a la producción.

¡Que Dios guie a nuestros decisores!

Lic. Guillermo Moreno
Lic. Pablo Challú
Lic. Walter Romero

Agradecemos la colaboración de Roberto Nuesch

1- El contador Ricardo Arriazu, en variadas exposiciones y artículos de opinión ha intentado explicitar, conceptualmente, lo que está aconteciendo en términos económicos.

2- Es dable resaltar, que además plantea: levantar el cepo; terminar con la inflación; no generar cambios bruscos en el tipo de cambio, entre otras.

3- Se denomina Hipercrisis al estadío anómico posterior a la Supercrisis, provocado por la agravante ausencia de legítimos emergentes políticos, que funjan como garantes de la restitución del orden.

4- Se denomina Déficit Fiscal Total a la sumatoria de los déficits financiero de la Tesorería Nacional, el de las jurisdicciones subnacionales y el del BCRA.

5- Para un mayor abundamiento se puede consultar: “Argentina: causas y consecuencias de la inflación” Parte I y II (BAE Negocios 22-01-2023 y 17-09-2023).

6- En referencia a lo mencionado por el ingeniero Paolo Rocca, en el marco de su presentación durante la jornada del 29 de octubre de 2024 en Alacero Summit.

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