OPINION

Apertura de la economía: más opciones, mejores precios y beneficios concretos para los argentinos

Muchos pequeños negocios, que antes se limitaban al mercado interno, ahora pueden explorar cómo incorporar productos internacionales en su oferta. Importar productos a costos más bajos y revenderlos en plataformas nacionales

Maximiliano Saavedra

En un contexto globalizado y digital, donde las fronteras comerciales tienden a diluirse, la reciente apertura de las compras internacionales para los argentinos marca un punto de inflexión. Esta medida no solo abre nuevas puertas para el ingreso de productos a precios más competitivos sino que además genera una oportunidad única para fortalecer el mercado interno mediante una competencia que beneficia tanto a consumidores como a productores locales. Para muchos emprendedores, esta iniciativa puede ser vista como una oportunidad para innovar y encontrar nuevas formas de destacar.

Los argentinos ahora pueden acceder a un límite anual de USD3.000 para realizar compras online internacionales sin aranceles, con una exención de los primeros USD400 por compra. Esto implica una reducción directa de los costos para los consumidores, quienes ven cómo sus opciones crecen y sus posibilidades de ahorro se multiplican.

Según los datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el comercio electrónico en Argentina registró un crecimiento del 248% durante el primer semestre de 2024, con una facturación de $8.555.918 millones, lo que subraya el enorme potencial de este canal en expansión. Sin embargo, esta medida no solo tiene impacto en el bolsillo de los consumidores sino también en la competitividad del mercado local.

Cuánto cuesta un jean importado 

Imaginemos un caso concreto: un jean de calidad estándar. Su costo puede rondar los USD50 (aproximadamente $17.500 al tipo de cambio oficial) en plataformas internacionales como Amazon o eBay, mientras que un producto similar puede superar los $70.000 en nuestro país. Una diferencia sustancial. Este tipo de competencia impulsa a las empresas locales a ajustar sus precios, mejorar sus procesos y optimizar sus servicios para no quedar rezagadas.

Desde una perspectiva de logística y comercio electrónico, este nuevo escenario también abre enormes oportunidades para los emprendedores locales. Muchos pequeños negocios, que antes se limitaban al mercado interno, ahora pueden explorar cómo incorporar productos internacionales en su oferta o incluso cómo destacar sus propios productos en un entorno más competitivo. Aquí es donde herramientas como la logística eficiente, fundamental para cualquier operación de comercio electrónico, toman un rol clave.

La posibilidad de importar productos a costos más bajos y revenderlos en plataformas nacionales, por ejemplo, puede significar el inicio de un negocio rentable para muchos. No obstante, la clave estará en saber adaptarse y planificar. Lograr una cadena logística eficiente, entender las regulaciones aduaneras y ofrecer una experiencia de compra destacada son pasos fundamentales para aprovechar al máximo estas oportunidades.

Es importante destacar que abrir la economía no significa debilitar la industria local. Al contrario, la impulsa a reconvertirse, a ser más eficiente y a ofrecer un mayor valor agregado. De hecho, en un entorno más competitivo, las empresas nacionales tienen la posibilidad de innovar, mejorar sus estándares y expandirse hacia mercados internacionales. Esto genera un círculo virtuoso que, en última instancia, beneficia a toda la economía.

Pero la apertura económica también debe estar acompañada de políticas que promuevan una transición justa para todos los actores involucrados. Es decir, no solo se trata de abrir las puertas sino también de garantizar que los consumidores y las empresas locales cuenten con las herramientas necesarias para competir en igualdad de condiciones. Esto incluye acceso a financiamiento, capacitación y plataformas que faciliten la transición hacia una economía más abierta, dinámica y digital.

En última instancia, el éxito de esta apertura dependerá de cómo sepamos adaptarnos y aprovecharla. Porque los emprendedores locales tienen ante sí una oportunidad única para expandir sus horizontes, aprender de lo que ocurre en otros mercados y mejorar su propuesta de valor. Y como consumidores podemos disfrutar más opciones, mejores precios y una oferta más amplia de productos.

Por eso es el momento para todos los emprendedores y emprendedoras que están pensando en dar sus primeros pasos en el comercio electrónico o que ya tienen un negocio y quieren aprovechar estas nuevas oportunidades. Sin dudas, vale la pena intentarlo. Las herramientas están al alcance y, con planificación, creatividad y esfuerzo, es posible construir algo grande. La competencia no es una amenaza, es una invitación a superarse y a dar lo mejor de cada uno.

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