ENFOQUE

Nacionalismo vs. globalización Parte I

Guillermomoreno

Oportunamente, en "Consolidación del Nuevo Orden Internacional (NOI) Parte I" (BAE Negocios 17/04/2022), se dijo que "en el diseño de la Política Exterior, debe considerarse a veces, que lo agotado no termina de extinguirse y lo nuevo aún no llega a imponerse". En consecuencia, conviven los elementos constitutivos de ambas etapas.

Por lo tanto, la prudencia y el correcto discernimiento debían ser la "piedra angular" que guiara las decisiones de los poderes administradores de la Nación. Evitar el "error" en el diagnóstico y la prognosis, era (y sigue siendo) lo sustantivo.

En este marco, el primer concepto a resaltar es el referido a que (tal cual un "Ciclo de Kondratieff") (1), la vigencia a escala universal del omnipresente "Globalismo" de los 90 del siglo pasado, ha concluido. Sus manifestaciones e intentos de supervivencia constituyen meras apelaciones en las postrimerías de la etapa finalizada.

Reconocida, claro está, la hegemonía que supo tener como intento de "Sistema de Gobernanza Universal", desde el final de la "Guerra Fría" (y su "icono" temporal la "caída del muro de Berlín"), contando con la "asistencia ideológica" tanto del "Neoliberalismo", como de la "Socialdemocracia"(pilares de pensamiento) y el instrumental constituido por el GATT (luego reemplazado por la OMC), los Organismos Multilaterales de Crédito y el "Consenso de Washington" (2); hoy, tercera década del siglo XXI, va camino a solo ostentar "la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser" (3).

Pero, así como "el destino de los imperialismos ha sido siempre sucumbir", los "pueblos", son como el agua: siempre continúan su marcha y, hoy se encuentran con la innegable presencia de:

Un Nuevo Orden Internacional (NOI)

Su paulatina manifestación reconoce frondosos antecedentes. El primero fue, la "Revolución Energética Norteamericana". Así es que viene al caso lo dicho en "...América First" (BAE Negocios, 28/01/19): "àdurante la presidencia de George W. Bush (2001-2009), se alcanzó el desarrollo tecnológico que hizo posible el abaratamiento de los costos de extracción del "Shale, Gas u Oil", facilitando la producción masiva de esos reservorios".

A partir de entonces, los Estados Unidos (EEUU), pudieron participar, también, como oferentes, en el mercado energético.

Por otra parte, aquel logro, dio lugar a una drástica disminución de los costos primos unitarios de los bienes manufacturados, otorgando a las compañías norteamericanas mayúsculas "ventajas competitivas" para enfrentar a aquellas que habían penetrado en su "zona de confort".

Bajo estas nuevas circunstancias, las empresas de la Unión Europea (UE)¸ en especial las de la República Federal de Alemania, y las de la República Popular China (RPC), dejarían de ser, con el paso del tiempo, competidores de fuste, recuperando la supremacía, el "made in USA".

Ello sería factible, si para estos dos últimos "espacios económicos" (UE - RPC), existe un solo "proveedor energético confiable": la Federación Rusa (FR); y otros "centralmente inestables": Medio Oriente y el Norte de África (que atraviesan situaciones, endógenas y exógenas, que les impiden aumentar los volúmenes de producción, para transformarse en abastecedores de largo plazo). Solo era necesario "alinear intereses" entre quienes se perfilaban como "nuevos ganadores": EEUU y la FR.

En "Otra cuota de la III Guerra Mundial" (4) (BAE Negocios, 19/01/20), se expresó con nitidez que: "existe un interés tácito compartido entre esos dos países, pues buscan que la UE y la RPC no se abastezcan de energía fósil, a un precio que les permita disminuir sus costos de producción, y volver a disputar mercados al sector industrial norteamericano".

Al respecto, esta "alianza objetiva" de orden uno, presenta economías que no son competitivas entre sí y respeta la mutua aptitud de "disuasión nuclear", entrelaza intereses diferentes a los prevalentes durante la "hegemonía globalizadora", ahora fenecida.

En esta incipiente disputa entre "lo viejo y lo nuevo", se inscribió el debate al interior del Reino Unido (RU) en búsqueda de su "salida" de la UE, con el fin de recuperar "grados de libertad" en el diseño de su política económica.

Con la llegada de la Administración Trump (tal cual se manifestó en "Estamos a tiempo" (BAE Negocios, 29/12/2019)), comienza la puesta en marcha del Nuevo Orden Internacional (NOI), siendo los acontecimientos de mayor relevancia que marcaron este hito: el retiro de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, la renegociación del NAFTA, la paralización de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las Regulaciones del Comercio Exterior, entre otros aspectos.

Sin embargo, todo ello determinaba una "velocidad de avance y de consolidación", que quizás no era la adecuada para algunos sectores de la dirigencia de los EEUU.

Ante este panorama: ¿por qué no "acelerar los tiempos", utilizando el "músculo militar"? y habilitar, también, un crecimiento exponencial del complejo industrial bélico. Fue así como: llegaron los Demócratas.

La elección presidencial de los EEUU (03/11/2020), terminó con Joseph Biden en el salón oval y tuvo como eje discursivo, en lo económico, continuar el "conflicto central": la disputa comercial con la (RPC).

Con la Administración Biden, no es que vuelve "lo viejo" (la globalización), sino que toma impulso lo "nuevo" (el nacionalismo), con dramáticas consecuencias para aquellos territorios, o regiones geográficas, epicentros de la entrada en operaciones del "vector militar".

Aquella "máxima" de la política: "entre la sangre y el tiempo... siempre hay que elegir el tiempo", es profusamente violentada en las actuales circunstancias, como da fe el impiadoso panorama mundial donde se expresa crudamente la "Tercera Guerra Mundial en Cuotas".

En este escenario emerge como elemento ordenador

El Interés Nacional

La figura del "Mundo Poliédrico", pinta con claridad esta nueva etapa que transita la Humanidad.

El "Invierno Antropológico" (5), ya instalado en la UE y presente en otros muchos países, estimula (pues todo vacío tiende a llenarse) las migraciones en sentido centrípeto, generando "ad intra", políticas de exclusión del diferente. A contrario sensu, en América, el "distinto" fue y es imprescindible para la construcción de las identidades populares.

Estas dos categorías ("Nacionalistas" o "Globalizadores"), sumadas a los "Globalistas Residuales" constituyen los "términos de referencia" que definen, la etapa actual de la historia universal. Son, en definitiva, las formas de "cabalgar" los nuevos acontecimientos "fundantes".

Ahora bien, en nuestro país estos esquemas conceptuales también se expresan y toman forma en las distintas alternativas políticas que hoy se presentan ante la Comunidad, para administrar la "Cosa Pública".

El actual gobierno de La Libertad Avanza, con su "Anarcocapitalismo" a cuestas, es un "Globalizador Extremo".

A su vez, las visiones "socialdemócratas", anidan escondidas en diversos espacios de origen popular y con nostalgia de aquella globalización exitosa, tienden hoy a confluir, reiterando recetas (fundamentalmente en lo económico), que ya fracasaron.

Finalmente, el "Pensamiento Nacional" se abre paso con una consigna clara y contundente

Producción y Trabajo para el Pueblo

Estos ejes, integradores del concepto: "Hay una sola clase de Hombres, los que trabajan" con lo estampado en las Sagradas Escrituras: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente", constituyen una postura que jamás puede conciliarse con la "Renta Universal" (RU), ya que:

  • perturba el diálogo con Dios. Al laborar, se ora,
  • impide el saber. Por cuando se hace, se aprehende,
  • perturba la participación del factor trabajo, en el excedente social,

y

  • deprime hasta el paroxismo la dignidad humana.

Asimismo, un problema irresoluble para los Globalistas Residuales es que, para su coherencia, debería instrumentarse la movilidad irrestricta de la población de los países más pobres hacia los más ricos, que, de darse, significaría la virtual desaparición de aquellos.

De allí la irreconciliable oposición entre este tipo de políticas y el nacionalismo.

Renunciar al trabajo productivo (especialmente al industrial), implica condenar a una porción mayoritaria de la comunidad a la pauperización.

Sintetizando, la contradicción entre "Globalismo" y "Nacionalismo" puede resumirse, en lo local, como una disyuntiva entre dos "modelos":

  • "Extractivista" con "Renta Universal"

o

  •  "Industrialista" con "Trabajo".

¡¡¡Dios guie a nuestros decisores!!!

 

Lic.Guillermo Moreno

Lic. Pablo Challú

Lic. Walter Romero

Agradecemos la colaboración de Roberto Nuesch

1- Nikolay Kondratieff: Economista Ruso (Principios del Siglo XX) mentor de la "Teoría de los Ciclos"  2- El "Consenso de Washington" constituyó el "núcleo duro" del pensamiento Neoliberal y el Socialdemócrata, a partir de: "sustentar sus postulados económicos en la 'Escuela Austríaca' y su concepto central: la 'Teoría Subjetiva del Valor', donde ahora 'el precio' de los bienes o servicios (y no el Costo, en términos de la Matriz Insumo-Producto, y el trabajo socialmente necesario implícito en ella), considerado aceptable por los usuarios y consumidores, resulta, sin más, la medida de 'valor'". 3-  Tango de Gardel y Lepera: "Cuesta abajo". 4- "Tercera Guerra Mundial en Cuotas": genial definición de S.S. Francisco, que describe, con precisión, la coyuntura. 5- Se denomina "Invierno Antropológico" a la situación de aquellos países donde la tasa de natalidad es inferior a la de fallecimientos.
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