El primero de Mayo fue consagrado mundialmente como “El día Internacional de los Trabajadores” en conmemoración a Los Mártires de Chicago y a partir de ellos, a todos los que han luchado, sufrido, padecido cárcel, persecuciones y ofrendado su vida en pro de mejorar los derechos de los asalariados.

En nuestro país, si bien, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen se aprobó la jornada de 8 horas, recién con el advenimiento de Juan Perón y la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión se puede decir que la fecha en análisis, a más de su carácter conmemorativo, se convirtió en una ocasión de festejo popular a raíz de las conquistas obtenidas durante la gestión de gobierno peronista.

 

Prueba la veracidad de mi acerbo, la circunstancia que en 1910, año del primer centenario de la Revolución de Mayo, el día de los Trabajadores se conmemoró en medio de feroces represiones que determinaron la declaración del estado de sitio para asegurar el orden de los festejos de nuestra fecha patria, donde los sectores populares brillaron por su ausencia, en tanto que en ocasión del segundo centenario, en el 2010, tuve el honor de conmemorar y festejar el 1ro de mayo en el Paseo del Trabajo en Avellaneda, junto con el actual embajador el México Carlos Tomada, en un ámbito pletórico de trabajadores y de su dirigencia sindical y el segundo centenario de nuestra fecha patria se festejó en la Avenida 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires, con una verdadera manifestación popular.

Llueve sobre mojado

El presidente Alberto Fernández, asumió un país fuertemente endeudado, con alta inflación y elevada desocupación y a poco andar, sobrevino una pandemia que no registra antecedentes por su alcance global y sobre llovido mojado, cuando parecía estarse saliendo del flagelo sanitario, se produjo la invasión Rusa a Ucrania, con las consecuencias geopolíticas y económicas por todos conocidas.

Toda esa sucesión de situaciones adversas condicionó seriamente la gestión de gobierno del presidente Fernández, que con aciertos y errores, debió afrontar las mismas y hace pocos días anunció su renuncia a toda pretensión de ser reelecto, expresando su aspiración de entregar los atributos del mando a un presidente de su mismo espacio político, previa validación de su candidatura en unas PASO abiertas y participativas, temperamento que aplaudimos y compartimos por ser ese, el camino que nos marcó nuestro líder cuando bajo del balcón de la Casa Rosada el 17 de Octubre de 1945, pudiendo ser ungido presidente de facto y sin embargo le pidió a Farrell que convocará a elecciones, para ser legitimado por el voto popular, elecciones que lejos de presentarse como un mero trámite, se perfilaban como de resultado incierto.

Siempre por las urnas

Jamás en toda su historia el peronismo llegó al poder por otro medio que el voto popular en elecciones libres y sin proscripciones y somos el único sector político que puede jactarse de ello. Con miras a las elecciones del presente año, debemos alertar que si bien la mayoría de los indicadores macroeconómicos resultan favorables, (crecimiento de los niveles de empleo, de la actividad económica, de las exportaciones, reducción del déficit etc), ello no es percibido en los sectores populares y medios bajos, ya que la inflación aparece como descontrolada, con un incremento de los alimentos por encima de la media, que hace que no se reduzcan los niveles de pobreza y se deteriore el poder adquisitivo de salarios, jubilaciones, pensiones, asignación universal por hijo y planes sociales.

Paralelamente se registran dos proyectos de ley con estado parlamentario en ambas cámaras del Congreso Nacional impulsado la derogación de la indemnización por despido y su reemplazo por un fondo tomando como modelo la denominada “Mochila Austríaca”, traspolando una institución por completo ajena a nuestra historia y realidad.

De prosperar esta iniciativa, sería letal para el sindicalismo y para los trabajadores, pues no hay peor situación que la ausencia de organizaciones sindicales que los defiendan. Podrán debatirse aspectos relacionados con los sindicatos, pero no la conveniencia de su existencia, tal situación solo beneficiaría a los poderosos en detrimento de los más débiles.

Por eso a la luz de ese cuadro de situación, no podemos menos que alertar a los trabajadores, a su dirigencia y a los militantes del Frente de Todos en general, para que deponiendo diferencias, fortalezcan al FdT con todos, se debatan y acuerden los ejes programáticos para el 2023 y se asuma el compromiso de dirimir todas las candidaturas mediante PASO, que las legitimen, evitando un retorno del neoliberalismo al gobierno.

De qué lado estás

Hay claramente dos proyectos en pugna, el de la oposición, que es el equilibrio de las cuentas públicas mediante ajustes, reducción del estado y entrega de los recursos naturales, es decir de nuestra soberanía y el que proclama Daniel Scioli, que busca ese equilibrio mediante desarrollo, producción, crecimiento, la creación de puestos de trabajo y la defensa irrestricta de nuestra soberanía.

Nosotros impulsamos la pre candidatura presidencial de Daniel Scioli, para las PASO, porque consideramos que, auto excluida Cristina por las razones que claramente expuso, aparece como el candidato más competitivo que puede ofrecer el Frente de Todos, pero manifestamos nuestra irrestricta pertenencia al espacio político en el cual militamos y nuestro apoyo al candidato que resulte electo de esas PASO abiertas y participativas que pedimos, aún cuando en ellas no resulte consagrado el candidato que propiciamos.

Debemos “Volver a Perón”, al reconocimiento de la potencialidad de la lucha obrera, a la Doctrina que nos permitió aproximarnos a la utopía de la Justicia Social que hoy parece lejana e inalcanzable.

“La Única Verdad es la realidad”. “Primero la Patria, luego el Movimiento y después los y después los Hombres”.

 

(*) Militante peronista, conductor del Grupo Descartes, Ex Ministro de Trabajo Bonaerense 2007/2015