Con respecto a la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, un tópico comprendido en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, el mismo es parte del convenio que, como dirigentes del Sindicato Unico de los Trabajadores del Neumático (Sutna) nos tocó firmar en 2001 con la empresa Bridgestone. Tuvo lugar en un momento de lamentable retroceso para los derechos de los trabajadores, pero que de todas formas lo conseguimos. A la fecha ese beneficio ya se cobró en 7 oportunidades, pero una idéntica decisión está pendiente para otros sectores de trabajadores y trabajadoras del país.

Hay que volver a tal debate, lo planteó en su momento el doctor Héctor Recalde, también la Asociación Bancaria logró un notable avance en esta dinámica, el hoy embajador en México y ex ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada destacó la misma alternativa hace pocos días. De allí que el acuerdo con Bridgestone lo ponderamos como un modelo a replicar y ofrecemos como ejemplo que este año, con nuestros compañeros, cobramos un número importante en base a dicho ítem: $1.300.000.

Es un derecho legítimo y la vez un reclamo pendiente para otros sindicatos y sus referentes.

Estamos hablando de un país donde tenemos 40% de los trabajadores y trabajadoras con Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) pero bajo la línea de pobreza y al mismo tiempo a empresas que tienen un 37% de utilidades como Techint, las telefónicas, y otras que están por encima del 20%, es el caso de las punto.com o el caso de Mercado Pago, donde su titular, Marcos Galperin les da consejos a los jóvenes de cómo tienen que hacer para desarrollarse en el futuro. Toda una definición.

Nuestro planteo es que esas empresas deberían tener un compromiso con las sociedades donde viven y se desarrollan porque tienen utilidades que no existen en ninguna otra parte del planeta, y tendrían que repartir sus utilidades con sus trabajadores y trabajadoras.

De ahí que la participación en las ganancias, implementada a través del CCT es una herramienta necesaria en un país con el problema macroeconómico que tiene la Argentina. Es una variante de distribución del ingreso positiva, que además no tiene efecto inflacionario porque esas ganancias se reparten después de haber sido obtenidas.

Lo cual replica el mismo mecanismo del reparto de los beneficios entre los accionistas, y se reitera: no tiene un impacto en los costos de los productos, la inflación ni en algo que pueda afectar a la economía en general. Cuando ponderamos su necesidad brindamos datos concretos: tenemos alrededor de 400 empresas con utilidades por encima del 10%. El caso de Bridgestone fue el ejemplo piloto para el gremio del neumático, y las otras empresas de este rubro industrial obtienen el mismo nivel de mejoras o porcentajes muy similares.

Cuestión de pesos y dólares

Hoy dentro de la situación de la Argentina es imperioso exportar y generar divisas, estas empresas que exportan y producen para el mercado interno, cuentan con un balance que no tiene que ver solamente con la economía local. Desde la observación simple y apta para todo público se sabe que pagan salarios en pesos y cobran en dólares una parte de lo que producen. Tal ecuación, beneficiosa para la empresa y los accionistas, no tiene nada de malo, si comprende la alternativa de compartir los beneficios con los trabajadores.

La herramienta de participación en ganancias es útil, implementar el artículo del CCT del gremio Neumático dentro de otros CCT de las grandes empresas que tienen utilidades considerables, debería ser un objetivo de compromiso de todo el espectro político.

La solución siempre es colectiva

Por referir a otro foro institucional del sistema democrático y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras tenemos al Consejo de Salario. Una amplia mesa para honrar el diálogo social tripartito, donde gremios, Gobierno y empresas, tienen autonomía y capacidad para desarrollar las estrategias necesarias desde el punto de vista de la situación social.

Permitiendo incluso que allí, desde la relación capital/trabajo, se establezcan parámetros que permitan lograr una sociedad más justa e inclusiva. Y la participación en las ganancias es una herramienta clave. Porque la negociación colectiva incluso tiene una debilidad, ya que nuestra economía y nuestra producción, plantean diferentes situaciones.

No es la misma realidad la que le corresponde al trabajador de una petroquímica, una productora de petróleo, una minera, una financiera, una punto.com, una telefónica, una cerealera, o una exportadora de granos. En todas ellas hay un elevado beneficio empresario.

Allí con participación en las ganancias, más las negociaciones paritarias se concretarán salarios por arriba de la inflación. Y reiteramos, se trata de una herramienta clave para mejorar la distribución del ingreso, lo cual ayudaría a generar un mercado interno mucho más robusto y con neto perfil de exportación. Porque el gran objetivo para resolver el problema macroeconómico e histórico de la Argentina, histórico, es la limitación en el tema de las divisas, como bien refiere la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Para alcanzar un escenario de salarios altos es necesario tener una estrategia que permita lograr la participación de los trabajadores en los beneficios. Urge hacer el esfuerzo necesario en esos rubros de actividad donde sabemos que es posible concretarlo. Donde se puedan pagar los mejores salarios hay que hacerlo. Porque no se puede mover la negociación colectiva como si fuera una sola unidad, hay que tener una estrategia para sectores, donde hay empresas con muy buenos resultados, y que se paguen allí salarios por encima del costo de vida y la inflación, eso significa tener la mirada alta.

Y con otras estrategias también proteger el ingreso de otros trabajadores y trabajadoras que lo necesitan en base al crecimiento de la economía y la productividad. Es importante que se establezca el piso real, que también establece la Constitución Nacional, en la negociación de carácter tripartita del Salario Mínimo Vital y Móvil, para establecer un ingreso digno.

Porque está claro que simplemente hablamos del acceso a la comida, la salud, la educación, e inclusive a las vacaciones dignas de nuestra gente.

 

(*) Ingeniero Electrónico, Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (Fetia). Presidente de Astillero Río Santiago. Secretario de Interior de la CTA de los Trabajadores