Presupuesto 2023: Argentina, 1984
Impuesto a las Ganancias: Subir al ring a los jueces es otro movimiento más concebido solo para desacreditar al Poder Judicial .
El titulo no tiene errores. El tanque cinematográfico argentino del inoxidable Darín pone de relieve la gesta de Raúl Alfonsín en su larga lucha en defensa de los Derechos Humanos. Más o menos criticas a Santiago Mitre no van a eclipsar el impacto y la concientización que forjó el cine nacional con su ultimo film, como lo hizo en otros tiempos con las celebres “La República Perdida”, “ La Patagonia Rebelde”, “ La Historia Oficial “, o “No habrá más penas ni olvido” y tantas otras.
Pero el titulo, como dije lejos de un yerro, es un reenvío a Orwell. La maniática costumbre de los gobiernos que se autodenominan progresistas y restringen, cada vez con más fuerza a los medios de comunicación, con la mutilación, la cancelación, y hasta el simple olvido militante de hechos y versiones históricas desagradables para sus construcciones argumentales, no se distinguen del Ministerio de la Verdad del autor de Rebelión en la granja.
Y en esta semana, la batalla por los titulares encontró una increíble complicidad opositora y mediática en la agenda del debate presupuestario.
Algunas novedosas ideas, como la de descontar de ganancias la educación privada quedaron ocultas por el trabajo arduo del Ministerio de la Verdad que, reescribiendo sobre la consigna “El salario no es ganancia” extendió en el proyecto de Ley de Leyes el alcance de la percepción a todos los jueces.
La Ley del impuesto a las Ganancias promulgada por Juan Domingo Perón pasó de ser un enunciado filosófico para imponer un esfuerzo especial a los rentistas que escaparon de los preceptos que imponía la Constitución de 1949 desde un año antes de la muerte de Orwell, para convertirse en uno de los métodos menos esforzados de financiamiento estatal que sostuvieron y extendieron dictaduras y democracias posteriores al último gobierno peronista del General, sin solución de continuidad.
El dato comunicacional es el abandono de esa consigna militante para pulsar por una igualación irrelevante en términos recaudatorios o monetarios, con el aporte de unos millones de pesos que obnubilan el debate y ocultan los desaguisados de los planes sociales, las jubilaciones y pensiones no contributivas, el cepo y el festival de tipos y valores del dólar. En el modo oficial se prevé en diciembre de 2023 a unos 270 pesos.
Subir al ring a los jueces es otro movimiento más solo concebido para desacreditar al Poder Judicial .
El ardid es efectivo y utiliza las mismas armas verborrágicas de los libertarios. La casta no somos solamente los políticos, reescribe el proyecto. Todos somos iguales. Y si en lugar de proteger a los asalariados, pagamos todos, comunicamos igualdad. Aunque cancelemos la consigna que solo sostienen los gremios regularizados de una fuerza del trabajo compuesta por una mayoría informal. Lo que falta es austeridad, y previsibilidad para atraer inversiones internacionales y motivar las autóctonas.
Tarifas de los servicios públicos, empresas multimillonarias en déficit, e importación de energía no ganan los titulares. No sé por donde viene el gasoducto de Vaca Muerta, pero quiero también aportar una nueva idea para reescribir el pasado y confundir el futuro.
Libremos una revolución impositiva. Demos vuelta la historia . 360º. Carguemos con fuertes retenciones a la producción de ajos. Dólar Soja y Ajos.
Va a incidir más en la recaudación que la ampliación de ganancias.
Pero los anagramas no son noticia.
@nachobiglieri