Se necesita equilibrio entre coyuntura y largo plazo
La clave para generar un modelo de desarrollo industrial sustentable se encuentra en el equilibrio entre coyuntura y largo plazo.
Las proyecciones optimistas auguran que la recesión comenzará a revertirse en marzo. Las perspectivas más pesimistas no auguran fecha exacta para el repunte de la economía. Para entender lo que nos depara el próximo año, resulta prioritario entender qué nos deja el año que se está yendo. En primera medida, este año ha sido una nueva muestra del prolongado ejercicio de "reacción a la imprevisibilidad" que los empresarios argentinos desarrollaron a través del tiempo: durante las últimas tres décadas han sido el territorio en el que esa capacidad se tuvo que poner en juego para defender empresas, empleo y patrimonio. Otro de los ejes que marcó el pulso de 2018 fue la contracción en el empleo que sufrió el sector industrial. La evolución heterogénea de los sectores es otro de los pasivos con los cuales la industria debe maniobrar desde hace tiempo. A comienzo de 2017 la industria mostró una evolución con distintas velocidades: las compañías que operan en el clúster de la construcción o automotriz registraron crecimiento, mientras que otros sectores como el textil, calzado y gráfico, continuaron en baja. Este contexto se agravó a mitad de año con la crisis cambiaria, el aumento de la inflación, la suba de tasas y la recesión.
De acuerdo con las estimaciones del Centro de Estudios de la UIA, 2018 cerrará con una caída en la producción entre el 2,3% y 2,5%. Esta retracción de la actividad, en mayor o menor medida afecta a todos, pero dentro del grupo PyME existen 56.000 empresas y micro emprendimientos que sienten en mayor medida el impacto. Pocas herramientas para enfrentan esta delicada coyuntura, la contracción del mercado interno, el incremento de los costos operativos, el aumento del costo de financiamiento y una creciente presión tributaria son parte del paquete de cuestiones que empeoran el contexto del sector PyME.
El acceso al financiamiento es uno de los principales obstáculos para definir estrategias empresariales de largo plazo. Hoy, el crédito equivale a menos del 16% del PBI y tan sólo 17,5 de cada 100 pesos que se prestan van a las PyMEs. Pensar en proyectos a 15 o 20 años debería ser la forma en que una empresa crezca sólida, generando riqueza para el país y puestos de trabajo: de ahí la necesidad de contar con financiamiento a tasas internacionales y a plazos razonables.
La clave para generar un modelo de desarrollo industrial sustentable se encuentra en el equilibrio entre coyuntura y largo plazo.
* Director de Operaciones de Sinteplast
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