La resolución que el secretario de Energía, Sergio Lanziani, firmó y que reduce y pesifica la remuneración que perciben las generadoras de energía impactará fuerte en dos de los ganadores del modelo energético del Gobierno de Mauricio Macri: Pampa Energía, que controla Marcelo Mindlin, y Central Puerto, de Nicolas Caputo.

Lo cierto es que la pesificación hará caer aproximadamente de 69 a 60/62 dólares por MWH el costo de la energía y redundará en una baja importante en los costos de generación de energía. El gobierno busca así dos cosas: reducir el importe que pagan los argentinos por la electricidad (la generación de energía tiene un impacto del orden del 50% en la factura de electricidad que llega a los hogares, y entre 2015 y 2018 esa remuneración aumentó un 60%) y lograr que las grandes ganadores del modelo energético durante el 2015 y el 2019 soporten con sus balances la baja en los precios de la energía.

Pampa Energía, Central Puerto, la estadounidense AES y la italiana Enel (controlante de Edesur) serán las que verán reducidas en un 30% sus ganancias, ya que la decisión tiene un impacto de unos 300 millones de dólares anuales en los ingresos de las empresas.

En el mercado creen que esto es un "vuelto" que se están llevando Pampa Energía y Central Puerto por haber sido las empresas "amigas", las cuales fueron muy favorecidas durante el proceso de acumulación vivido en el sector eléctrico en los últimos cuatro años.

Por caso, muchos citan la privatización de Brigadier López por USD326 millones a Central Puerto, de Guillermo Reca, Eduardo Escasany y Nicolás Caputo, entre otros. En concreto, la adjudicación de la termoeléctrica fue por USD165 millones, a lo cual debe adicionarse una deuda financiera del orden de USD161 millones. En el mercado afirman que esa central, construida durante el kirchnerismo, valía casi el doble. Y que la otra central privatizada, Ensenada Barragán, que fue adquirida en un 50% por Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, e YPF, también se pagó barata.