El fin del rebote: IFAB busca erradicar los penales con segunda oportunidad y romper 135 años de tradición

El fútbol podría enfrentar un cambio de época. La International Football Association Board (IFAB) evalúa eliminar los rebotes posteriores a penales durante los partidos oficiales, medida que de aprobarse debutaría en el Mundial 2026, que se jugará en Estados Unidos, Canadá y México. La idea sería simple y radical: si el penal no termina en gol, la jugada se interrumpe con un saque de arco, sin posibilidad de aprovechar un rebote.

La propuesta, que implicaría romper con más de 135 años de historia, apunta a limitar lo que varios referentes consideran una ventaja excesiva para el equipo ejecutante. “El penal suele ser más grave que la falta”, afirmó en febrero Pierluigi Collina, jefe del Comité de Árbitros de la FIFA, al sostener que con un 75 % de conversiones, el castigo supera con creces al delito.

A ese argumento se suma otra razón de peso: eliminar la posibilidad de rebote también pondría fin a las constantes controversias por invasiones al área antes del disparo. Con un único contacto válido, cualquier ingreso indebido de jugadores quedaría automáticamente neutralizado.

Un doble toque y una nueva regla

La propuesta no surge en el vacío. El detonante fue el penal ejecutado por Julián Álvarez ante el Real Madrid en la Champions League: el argentino se resbaló y golpeó el balón con ambos pies, anotando un gol que fue rápidamente anulado por infracción técnica. Esa jugada derivó en una modificación reciente del reglamento: ahora, en situaciones similares, si el disparo termina en gol se ordena repetirlo, pero si no entra se cobra tiro libre indirecto para el rival.

Aunque ese ajuste fue puntual, reabrió un debate más amplio sobre la mecánica de los penales en tiempo regular. La IFAB retomó entonces una discusión latente y comenzó a reunir apoyos para convertir el penal en un disparo único y concluyente, más cercano a lo que sucede en el hockey.

Un cambio con impacto mundial

De implementarse, la norma barrería con una infinidad de recuerdos históricos. Goles como el de Xabi Alonso en la final de Estambul o el de Harry Kane ante Dinamarca en la Euro quedarían invalidados bajo este nuevo criterio. Pero el foco no está en el pasado, sino en los desafíos que plantea el próximo Mundial, que por primera vez reunirá a 48 selecciones. Para sus organizadores, se trata de una oportunidad para “mejorar el espectáculo”.

Las decisiones definitivas se conocerán antes de febrero de 2026. Hasta entonces, la pelota sigue rodando con rebote. Pero si prospera esta iniciativa, el penal —quizás la jugada más emblemática del fútbol— ya no será lo que era. Y todo por un tropiezo de Julián Álvarez que cambió las reglas del juego.