Bolsonaro empezó a flexibilizar el Mercosur y bajará el arancel externo a bienes de capital
Alerta que la metalurgia local perderá mercado
Después de la cumbre que protagonizaron el presidente Mauricio Macri y su par de Brasil, Jair Bolsonaro, para avanzar en la flexibilización del Mercosur, el mayor socio comercial reducirá en el corto plazo el arancel externo común en los sectores de bienes de capital e informática, lo cual encendió las alarmas en la industria local.
Fuentes diplomáticas brasileñas informaron a BAE Negocios que "el arancel caerá en forma unilateral para bienes de capital e informática", y adelantaron que "baja a cero o un porcentaje muy inferior". Consultadas sobre un posible impacto en la industria nacional, dijeron que "la Argentina no es muy competitiva en esos rubros, de todas formas".
La respuesta desde el sector fabril no tardó en llegar. Fuentes de empresas nucleadas en la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) manifestaron que "más allá de que tal vez la consecuencia no sea tan grave, preocupa la decisión de Brasil de abrir su mercado a todo el mundo, porque lo mismo seguirá con otros segmentos metalúrgicos seguramente". Asimismo, desmintieron que la Argentina no sea competitiva: "Esperemos que no sea el inicio de medidas que perjudiquen la relación con Brasil".
Un funcionario de la diplomacia argentina explicó, para clarificar el escenario que puede sobrevenir con Bolsonaro en el poder, que "cualquiera de los países del Mercosur puede bajar el arancel externo sin consultar al resto de los socios". "Lo que no puede hacer es subirlo, sin un consenso previo, a menos que el producto esté en la lista de excepciones", señaló la fuente. En esta dirección, marcó que "con los bienes de capital seguramente no habría conflicto, pero si Brasil toma medidas con otros bienes puede hacer ruido".
Al gran eje del arancel externo, que finalmente no se eliminaría como se especuló inicialmente, se suman las negociaciones comerciales que Bolsonaro comenzará con un conjunto de países como los Estados Unidos o Israel, por citar dos de los ejemplos más importantes. Las fuentes brasileñas ratificaron que habrá conversaciones con varios países y que "esto puede derivar en una pérdida de mercado para la Argentina porque ingresará competencia extranjera".
El plan regional es conservar el arancel externo pero con una reducción tanto de los sectores industriales alcanzados, como de los porcentajes de los aranceles. Bolsonaro es el principal impulsor de una fuerte flexibilización que podría significar una virtual transformación de la unión aduanera en una zona de libre comercio.
En la actualidad, los exportadores argentinos a Brasil son alrededor de 3.000 empresas (muchas pymes industriales) que mantendrían su beneficio de ingreso sin pago de arancel, pero perderían la exclusividad con esa preferencia arancelaria y se someterían a una competencia con empresas de terceros países. "Se entiende que el propósito es lograr que el rígido arancel externo común, que es de los más altos del mundo hoy, sea reducido", afirmó el consultor en temas comerciales internacionales, Marcelo Elizondo.