Los empresarios industriales alertaron por un escenario de gravedad en el ámbito del comercio regional si es que el electo gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil cumple con la promesa de desactivar su participación en el Mercosur y avanza en tratados bilaterales que debilite la posición del bloque sudamericano. Los dueños de las fábricas locales habían puesto sus esperanzas en la recuperación del gigante de Sudamérica para traccionar exportaciones.

"En todo el mundo desarrollado los mercados internos y regionales son plataformas para ganar competitividad y escala. El Mercosur tiene que ser una base para que nuestros países se inserten en el mundo de manera inteligente. Tomar un camino diferente sería un grave error estratégico", advirtió el director ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), Diego Coatz, en la red social Twitter.

Esa definición fue en línea con las distintas fuentes consultadas por BAE Negocios, quienes sin embargo evitaron dar declaraciones formales a la espera de definiciones oficiales cuando asuma la nueva conducción ejecutiva de Brasil. Aunque los consultados confiaron que comenzó un "recálculo" sobre la actividad del sector durante el año próximo ante el nuevo escenario.

"El Mercosur es demasiado restricto para lo que estamos pensando. Cuando fue creado, fue hecho totalmente ideológico. Brasil quedó prisionero de alianzas ideológicas, y eso es malo para la economía", había dicho el futuro ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, en una conferencia de prensa que brindó horas después de la victoria electoral de Bolsonaro.

Los industriales dejaron trascender que la llegada del dirigente de ultraderecha es una "incógnita" en las relaciones comerciales aunque admitieron que se instaló un clima de "incertidumbre" que hizo "recalcular" las inversiones. "Lo que haga Brasil afecta de manera muy directa a la producción argentina. Un cambio muy brusco puede aportar otro elemento para estirar la recesión local", se alarmó uno de los integrantes de la conducción de la UIA.

Sucede que los manufactureros locales tienen en el país vecino una doble vara: si se retira de los acuerdos comerciales, desactiva un motor clave del crecimiento; y si decide convertirse en vendedor para reactivar su economía, está en condiciones de "llenar la plaza local con productos por la capacidad competitiva que tienen", según el análisis de los empresarios argentinos.