El Gobierno fomenta el carry trade de campaña pero analistas advierten riesgos de corrida

Con la estabilidad del dólar de mayo y junio, volvió la apuesta por la tasa

jstrsnoy

La estabilidad cambiaria conquistada en los últimos dos meses, desde el aval del FMI a la venta de reservas, trajo de vuelta el carry trade. Grandes inversores o ahorristas venden sus dólares en el país para aprovechar las exorbitantes tasas en pesos y después salir con una gran diferencia en moneda extranjera. El Gobierno ve con buenos ojos el fenómeno en su afán por contener el tipo de cambio durante la campaña y promueve la llegada de capitales especulativos desde el exterior. Los analistas advierten sobre los riesgos de una apuesta que ya salió mal y detonó la corrida de 2018.

La semana pasada, en la sede del HSBC en Nueva York y en compañía del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el vicepresidente del Banco Central, Gustavo Cañonero, llamó a los inversores a hacer carry . Dijo que la posibilidad de vender reservas les da aire para contener el dólar durante el proceso electoral y aseguró que la tasa seguirá bien alta incluso si bajan las expectativas de inflación.

Muchos comenzaron a volver a "hacer tasa" con la pax cambiaria del verano. El ingreso de inversiones de portafolio de no residentes volvió a superar los US$1.000 millones mensuales en febrero por primera vez desde el inicio de la corrida (ver gráfico) y se mantuvo en ese nivel hasta mayo (último dato disponible). La tensión de marzo y abril puso en jaque la bicicleta y aceleró la fuga, que alcanzó los US$2.500 millones el mes pasado.

En Nueva York, el vice del Central, Gustavo Cañonero, convocó a los inversores a hacer carry

Pero en los últimos dos meses quienes apostaron al carry se hicieron de suculentas ganancias: en mayo, un plazo fijo de para grandes ahorristas pagó más de 4% en 30 días contra un dólar que avanzó apenas 1,6%, es decir, obtuvo una ganancia en dólares de casi 2,5%. En julio, con un tipo de cambio que cedió 5%, el rédito superó el 9%. Claro que los inversores más sofisticados accedieron a inversiones en pesos aún más jugosas, como bonos y letras.

"Algunos hicieron una buena diferencia en estos 60 días. Pero después de tantos golpes que se llevó el que apostó al peso, la vuelta es con pies de plomo: de a poco, con cierta desconfianza porque ya vimos momentos en los que en dos ruedas la suba del dólar se comía el carry de dos meses. Ahora todos saben que en cualquier momento pueden empezar a jugar las elecciones y la debilidad de la moneda nunca se terminó. Frente a eso las apuestas son cortas, se evalúan día a día y se van renovando", explicó el analista financiero Christian Buteler.

Nadie descarta una reversión del flujo, que se vuelve peligrosa ante la liberalización absoluta del mercado cambiario dispuesta por el actual Gobierno que permite que, así como ingresaron, los capitales se vayan.

En los últimos meses, la bicicleta dejó grandes ganancias en moneda extranjera

Jorge Carrera, exfuncionario del BCRA, consideró: "La actual gestión percibe que la calma cambiaria es lo único que puede ofrecer hasta las elecciones y usará todos los instrumentos para tratar de mantenerla. Eso es lo que fueron a vender a Nueva York: que el carry trade es seguro y que con tranquilidad la pueden ganar las elecciones. Es una apuesta desesperada, que puede generar el efecto contrario. Porque si no es así, están generando una olla a presión. Apostar al carry es repetir el error que nos trajo hasta acá y no estamos exentos de que vuelva a pasar. No es un fenómeno lineal: por momentos vienen y aprovechan las tasas extraordinarias, pero hay momentos de salida abrupta, como el año pasado. Es una apuesta riesgosa".

Carrera señaló que para una corrida de dimensiones bajas, las reservas netas, que hoy son menos de US$20.000 millones, alcanzan. Y concluyó: "Si fuera una corrida masiva, donde también tuvieran que hacer frente a una salida desde las cuentas en dólares y no hubiera una renovación satisfactoria de las Letes y Lecap, sería mucho más complejo".

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