"Hasta que no retorne la confianza en el país, es muy difícil levantar el cepo"
Entrevista a Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza (AGD)
Uno de los dueños de Aceitera General Deheza (AGD), Roberto Urquía, participó el 12º Coloquio de la UIC en Córdoba, y en una entrevista exclusiva con BAE Negocios acusó de la corrida cambiaria a la apuesta financiera que hizo el Gobierno. Y si bien dijo que le "gustaría que no existan", consideró que las restricciones cambiarias llegaron para quedarse. Además, elogió al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, al sostener que "tiene las condiciones para desempeñar el trabajo de presidente, si es electo".
—¿Cómo analiza el clima económico actual? ¿Coincide en la mirada pesimista de muchos empresarios sobre el futuro, aún con cualquier resultado electoral?
—Estamos en víspera de elecciones y eso crea incertidumbre, y eso pasa en cualquier parte del mundo cuando existe la posibilidad del cambio de un gobierno y eso le pasa a la Argentina. Más un tema económico a partir de la depreciación un poco abrupta de la moneda argentina con el dólar. Así que la gente está expectante, esperando definiciones para saber quién va a ser el próximo presidente, y a partir de ahí escuchar las políticas que van a implementar. Ahí me parece que la gente va a volver a la habitualidad ya que hoy está todo en la expectativa. Esa es mi percepción.
—El mercado financiero había tenido sacudones el año pasado y previo a las elecciones primarias, ¿ya se preveían cambios políticos o había habido inconsistencia en el modelo económico del Gobierno?
—Como integrantes del sector industrial creemos que el gobierno actual se focalizó mucho en la actividad financiera y en la del petróleo. Y creemos que el que agrega valor y desarrolla el trabajo en el interior profundo de Argentina es la industria, no es el sector financiero. Entonces la gente que invirtió en pesos durante varios meses o años sacando una muy buena renta se dio cuenta de que no continuaba el mismo gobierno quiso salirse de eso para irse a dólares, provocó lo que provocó porque es la salida de capitales fue lo que generó la estampida del dólar. Se apostó demasiado a la parte financiera y me hubiera gustado que hubiera sido mucho más de un perfil de país industrial.
—Otra vez se analiza cuánto tiempo llevará la salida del cepo cambiario, como sucedió en 2015. ¿Con ese antecedente, se pueden flexibilizar las restricciones financieras?
—A mí me da la impresión de que hasta que no retorne la confianza al país, es muy difícil levantar el cepo. Creo que a todos nos gustaría que no existiera, pero indudablemente la realidad nos dice que va a estar por un tiempo, no sé por cuánto. Me parece que el país necesita de un dólar alto para dinamizar la economía, para generar fuentes de trabajo y una vez que ese círculo empiece a funcionar, como ocurrió en el 2002 que a los dos o tres años comenzó a andar bien con superávit fiscal y demás. Por eso creo que el cepo no se podrá levantar en forma inmediata. Esa es una opinión personal.
—Hubo dudas de algunos colegas por la foto junto a Alberto Fernández en su fábrica días antes de las PASO, luego otros creyeron que había sido un acierto. ¿Mantiene hoy ese tipo de diálogo, tanto con Alberto como con el Gobierno?
—Durante los seis años que estuve en el Senado construí una muy buena relación con el doctor Fernández, en especial con la resolución 125 que no apoyé aún con posiciones opuestas, pero nunca cortamos el diálogo ni la relación; a tal punto que cuando dejó la Jefatura de Gabinete y yo el Senado seguimos tomando un café cuando yo voy a Buenos Aires para compartir cosas y ver qué se puede hacer o contribuir para que todos estemos mejor. Así que nosotros recibimos a Fernández antes de las PASO como hubiéramos recibido a cualquier candidato que hubiera querido ir a ver la realidad de un sector industrial, que fue lo que hizo el doctor Fernández que quería ver la realidad del sector de molienda de la soja. Nosotros a todo el que quiera saber cuál es nuestra idea sobre el sector se la damos porque creemos que uno de los cuatro o cinco sectores que va a empujar la economía del país a salir de donde está. Así que en ese aspecto, creo que el doctor Fernández tiene las condiciones para desempeñar el trabajo de presidente, si es electo, y lo que nos consulte se lo transmitiremos desde nuestra óptica. Con el Gobierno tenemos buen diálogo también.
—La 125 expuso la dicotomía histórica entre campo e industria, ¿hoy se centrará el debate entre la exportación de materia prima desde Vaca Muerta o su agregación de valor para venderle al mundo?
—Me da la impresión que Vaca Muerta es algo que tiene que impulsar la Argentina porque es la segunda reserva mundial de gas y petróleo, y es importantísimo que el país se ocupe de ello. También se debe ocupar que la mayor extracción se le intente agregar el mayor valor posible porque es la única forma para genera empleo. Hoy el mundo está creciendo muy debajo de la tasa histórica, menos del 1%, y es porque todos los países quieren agarrar la materia prima en estado natural y agregar valor dentro de sus fronteras. Ese debe ser nuestro desafío para crear fuentes de trabajo con la agregación de valor en Vaca Muerta, el campo y muchas otras cosas, además de la industria intelectual del software y la tecnología.
—¿Cómo es la situación actual de su empresa?
—Nuestro sector está muy afectado por la pelea comercial China-Estados Unidos, fundamentalmente por la soja ya que el mayor proveedor de China es EE.UU. y están en un conflicto. Por eso viene a Brasil y a la Argentina a buscar materia prima, pero cuando querés venderle valor agregado no compra. Pero pensamos que es una batalla entre dos gigantes que rogamos que termine pronto y se pongan de acuerdo. Hay un personaje en Estados Unidos que es difícil pero demuestra que siempre termina arreglando, así que tenemos la esperanza de que el arreglo termine pronto.