La actividad industrial en Santa Fe se derrumbó 7,4% en septiembre -segundo peor registro del año- y acumuló el noveno mes en retracción durante el 2018 con un saldo negativo del 2,2%. Todas comparaciones interanuales. La crítica situación fabril en una de las provincias de mayor producción manufacturera del país puso en alerta a las fuentes de trabajo porque además de los 619 puestos que se perdieron en lo que va del año, están en riesgo 16.000 más por los 210 procesos preventivos de crisis que se presentaron en los últimos meses.

La serie de los últimos cuatro meses antes de septiembre a la que accedió BAE Negocios mostró bajas constantes: en mayo 3,4%; en junio 7,8%; julio 5,9%; y en agosto 4,2%. Allí las principales caída estuvieron explicadas por la mala performance de calzado, textil, madera y metalúrgica.

"En septiembre la producción industrial en Santa Fe afrontó una nueva y pronunciada contracción de -7,4% interanual, acumulando en nueve meses una caída de -2,2% frente a igual período de 2017. Según el Instituto de Investigaciones Económicas de FISFE las actividades que deterioraron con mayor intensidad el nivel de actividad fabril en nuestra provincia fueron: complejo oleaginoso (-12,9%), química (-17%), minerales no metálicos (-10,8%), metalúrgica (-13%) y automotriz (-56%)", señaló el informe.

Según el análisis de la entidad, la demanda industrial "se encuentra debilitada como resultado de la aceleración de la inflación y el manifiesto menor poder adquisitivo de las familias y empresas, las altas de tasas de interés -y la escasez de crédito-, el generalizado panorama recesivo de la economía argentina y los sucesivos incrementos en los cuadros tarifarios de servicios".