El ministro de Economía, Luis Caputo, remarcó la necesidad de mantener el equilibrio fiscal como prerrequisito a levantar las restricciones al agro. "Para bajarlas necesitamos superávit", explicó el funcionario ante de ingresar a una reunión con la Mesa de Enlace en La Rural. Desde las cámaras del agro le respondieron que necesitan “alguna señal a futuro” y que la cosecha aún no comercializada se venderá “de acuerdo a sus necesidades financieras”. Analistas señalaron que el descenso en la cotización del dólar exportador, junto con la baja del Impuesto PAIS en septiembre que prometió Caputo, son algunos de los factores que retrasan las ventas de los productores. 

Antes de ingresar al encuentro con los titulares de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro y la Federación Agraria Argentina (FAA), el titular del Palacio de Hacienda le pidió al sector campo “que confíe” y aseguró que “no hay resquemores hacia el campo”. En lo referido al histórico reclamo de los agroexportadores sobre la quita de los derechos de exportación, Caputo explicó: "Nos gustaría bajar las retenciones, pero primero necesitamos superávit fiscal”. 

Además de Caputo, participaron del encuentro con la Mesa de Enlace, el diputado nacional de La Libertad Avanza, José Luis Espert, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta y el secretario de Coordinaciòn y Producciòn, Juan Pazo

Tras la reunión, el presidente de la SRA, Nicolás Pino, explicó que Caputo les pidió “un poco más de paciencia para que realmente puedan empezar a bajar la presión impositiva”. Así todo, aclaró que “hay señales concretas” desde el equipo económico: “Hay pequeñas cosas que hay que saber leer: fideicomisos, restricciones, intervencionismos, todas esas cosas han desaparecido, lo que pasa es que como tenemos problemas más grandes quizás no le damos tanta importancia”. 

Por su parte, Elbio Laucirica, titular de Coninagro, remarcó que él “no hablaría de paciencia”, entre otras razones, porque están próximos a iniciar la siembre gruesa. Argumentó que necesitan “definiciones más concretas” y “alguna señal a futuro para ver qué camino tomar”. Además, sostuvo: “El 46% de la cosecha ya la vendimos y liquidamos. Lo que falta lo haremos de acuerdo a nuestras necesidades financieras. Esa es nuestra moneda de cambio”. E insistió en que “un alivio fiscal muchas veces ayuda más que una devaluación”. 

El analista agropecuario Dante Romano, señaló que en el ámbito local, “la baja del CCL y, por tanto, de la brecha está haciendo que el precio que recibe el productor baje todavía más”. En este sentido, explicó que el anuncio de que el gobierno intervendría en la brecha hizo casi 2% el dólar exportador, que cerró este martes a $1.006,25.  “Por un lado, esto hace que el sobreprecio que los compradores pueden pagar al productor por sus granos caiga, pero por el otro hace que la diferencia entre los dólares a los que se vende el grano, y los billetes a los que se puede acceder, se reduzca”, ahondó. 

Además, señaló que “hay dos factores locales extra que actúan en contra de las ventas del productor: el anuncio de que en septiembre el impuesto PAIS que grava las importaciones bajaría 10 puntos, por lo que los productores esperan baja de insumos”. La otra cuestión es “la incertidumbre acerca de si sembrar maíz o no hacerlo para esquivar la chicharrita el año que viene, una duda que se suma a la demora en las compras de insumos. Las decisiones se postergan a septiembre, y pasa lo mismo con las ventas". 

En lo referido al ingreso de divisas al BCRA, según el consultor especializado en agronegocios Javier Preciado “el complejo de soja estaría aportando en este mes unos USD1.600 millones, el maíz otros USD750 millones, mientras que trigo, girasol y cebada USD250 millones más, lo cual implicaría para las arcas del BCRA unos USD2.100 millones”. Por su parte, el economista Salvador Di Stefano afirmó que “si a esta altura del año, se venderían el 44% de la cosecha de maíz y soja, las reservas aumentarían en USD3.250 millones”.