El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, se reunieron con el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales de los Estados Unidos, Jay Shambaugh. El Gobierno busca apoyo desde la administración de Joe Biden de cara a la negociación que se viene con el FMI, a la pesca de que conseguir que sigan los desembolsos de DEG, pese al incumplimiento de las metas fiscal, monetaria y cambiaria. Shambaugh celebró las medidas recientes y destacó que habrá que apoyar a los más vulnerables durante el ajuste.

Un comunicado publicado por el Departamento del Tesoro, informó: “El subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh, visitó Buenos Aires y se reunió con altos funcionarios de la administración del presidente argentino Javier Milei, incluido el jefe de gabinete presidencial, Nicolas Posse, el ministro de Economía, Luis Caputo, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili”.

Y detalló: “El subsecretario Shambaugh analizó la visión de la administración Milei para la economía argentina. Saludó el compromiso del gobierno destinado a restaurar la estabilidad económica. Shambaugh discutió con sus homólogos la importancia de centrarse en mantener el apoyo a los argentinos más vulnerables durante el difícil proceso de ajuste”.

Así, el Gobierno le presentó oficialmente al gobierno de Estados Unidos el plan económico que presentó Caputo durante el martes pasado: buscará acercase al equilibrio fiscal mediante un ajuste del gasto público de 2,9% del PBI y una suba de los impuestos que le brinde a los ingresos un 2,2% extra. De esa forma, moderando las pretensiones iniciales de un recorte del gasto del 5% del PBI, se buscará llegar al equilibrio fiscal en 2024.

Las medidas incluirán una vuelta atrás en la quita de ganancias, una suba de retenciones para los subproductos de la soja y otros sectores exportadores, además de una suba del Impuesto País para todas las importaciones, llegando al 17,5%. Pero eso no es todo: además, el Gobierno llevó al dólar mayorista a $800, lo que implicó una suba de 118%, la tercera más fuerte de los últimos cincuenta años, y lo que tendrá un fuerte impacto inflacionario y generará un fuerte deterioro en los salarios.

De ahí el pedido oficial de los Estados Unidos de “centrarse en mantener el apoyo a los argentinos más vulnerables durante el difícil proceso de ajuste”, que además traerá un recorte de 0,4% del PBI en jubilaciones y pensiones (previa aprobación del Congreso), otro de 0,5% en las transferencias a las provincias, otro de 0,7% en los subsidios económicos (lo que golpeará también de lleno a la inflación por la suba de tarifas), y de 0,7% del PBI en la obra pública, entre otros recortes.

Con el visto bueno del Tesoro norteamericano, el Gobierno deberá sentarse a negociar con el FMI. La búsqueda oficial fue explicitada por el BCRA en un comunicado reciente: buscarán asegurarse los desembolsos, que en diciembre deberían totalizar USD3.300 millones en DEG, para poder garantizar los pagos de deuda del primer cuatrimestre. En diciembre habia que enviarle USD900 M al Fondo, que se cubrirán con el préstamo puente de la CAF. Sin embargo, la cuenta sigue desde enero, con pagos al organismo que alcanzarán los USD4.592 M. A eso se le suman obligaciones por USD1.577 M por el vencimiento de intereses con bonistas privados, en enero. Y pagos a otros organismos multilaterales por USD1.633 M, siempre entre enero y febrero.

Eso, tal como afirmó el BCRA, pese al pedido de un waiver en diciembre, por el incumplimiento de las metas fiscal, monetaria y cambiaria.