El dato clave que analiza la Fed para decidir si baja las tasas de interés
Este mes se realiza una reunión definitoria del Comite Federal del Mercado Abierto luego de las diferencias que se evidenciaron en la última reunión de la Reserva Federal
El indicador de inflación preferido de la Reserva Federal (Fed) mostró que las presiones inflacionarias se mantuvieron elevadas en julio, al tiempo que crecen las expectativas de un recorte de tasas de interés en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en dos semanas.
Según informó el Departamento de Comercio, el índice de gastos de consumo personal (PCE) subió 0,2% en julio respecto al mes anterior y se mantuvo en 2,6% interanual, en línea con lo previsto por los analistas encuestados por LSEG.
La medición subyacente, que excluye alimentos y energía, mostró un incremento del 0,3% mensual y 2,9% interanual, también dentro de las estimaciones. De este modo, el PCE general se mantuvo estable en 2,6%, mientras que el subyacente repuntó levemente desde 2,8% a 2,9%, su nivel más alto desde febrero. Pese a que la Fed busca devolver la inflación a su objetivo de 2%, las autoridades reconocen que el dato subyacente ofrece una señal más precisa de las presiones de precios.
Ruidos en la interna de la FedEn este contexto, el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, agitó las expectativas al señalar que "ha llegado el momento" de iniciar la baja de tasas. El funcionario anticipó que apoyará un recorte de 25 puntos básicos en septiembre, aunque no descartó ajustes más profundos si la coyuntura lo requiere.
"Estamos muy cerca del objetivo del 2%", afirmó Waller, minimizando los efectos temporales que podrían generar los nuevos aranceles. Sus declaraciones contrastan con la prudencia que la Fed había transmitido en meses anteriores. En su última reunión, la Reserva Federal mantuvo la tasa de referencia en el rango de 4,25%-4,50%.
La decisión, sin embargo, no fue unánime: dos gobernadores, Waller y Michelle Bowman, votaron a favor de un recorte de 25 puntos básicos, mientras que Adriana Kugler no participó de la votación. Fue la primera reunión desde 1993 con dos disidentes en la decisión de política monetaria.
El banco central tampoco modificó el ritmo de reducción de su balance, que desde abril se ajusta en 40.000 millones de dólares por mes: 5.000 millones en bonos del Tesoro y 35.000 millones en títulos respaldados por hipotecas (MBS) y activos de agencias.