Las cumbres de las Montañas Rocosas, en el valle de Jackson Hole, congregarán desde este jueves a los principales banqueros centrales de todo el mundo. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, encabezará el encuentro que, desde 1982, se celebra en esta localidad como una cita clave para la política monetaria global.

La edición número 48 del simposio, que se extenderá hasta el 23 de agosto, eligió como lema "Mercados laborales en transición: demografía, productividad y política macroeconómica". Sin embargo, el universo financieros enfoca su atención en las pistas que pueda ofrecer Powell sobre la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos.

Esta proyección tiene como contexto la disputa creciente entre el titular de la Fed y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien presiona por una baja de las tasas para estimular la actividad económica, aunque la autoridad monetaria mantiene una postura cautelosa, no sin divisiones internas. La Fed celebrará su próxima reunión de política monetaria el 17 de septiembre.

El discurso del presidente de la Reserva Federal, previsto para el viernes, concentra las expectativas. Los inversores esperan definiciones tras los últimos datos de inflación y empleo, mientras crece la presión política debido a los ataques lanzados por Trump.

Otro momento clave llegará el sábado, con la intervención de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. Será su primera aparición pública desde la reunión del 24 de julio, en la que el BCE mantuvo sin cambios las tasas de referencia. El organismo volverá a deliberar el 11 de septiembre.

El simposio, organizado por la Reserva Federal de Kansas City desde 1978, adquirió mayor relevancia en 1982, cuando se trasladó al Jackson Lake Lodge, dentro del Parque Nacional Grand Teton. Allí, banqueros centrales, académicos y dirigentes empresariales analizan durante tres días los desafíos de la economía global y sus implicancias en los mercados con la misión de fomentar un debate abierto.

 Los asistentes se seleccionan de acuerdo con el temario de cada año, priorizando la diversidad regional. 

El Banco de la Reserva Federal de Kansas City les cobra a los asistentes una cuota para cubrir los gastos del simposio. Si bien en cada edición asisten generalmente unas 120 personas, de diversos orígenes e industrias, la asistencia es limitada.

La reunión de Jackson Hole logró un gran protagonismo especialmente luego de la crisis financiera de 2008. Al congregar a los principales responsables de la política monetaria mundial, las intervenciones son analizadas con mucho interés por los inversores con el objetivo de sondear cuáles serán las próximas decisiones.