La actividad industrial tuvo un alto en su reactivación durante febrero, pero los empresarios y especialistas de la Unión Industrial Argentina (UIA) anunciaron que en marzo se retomó el ritmo de recuperación fabril, que se inició con el rebote de la apertura de las restricciones pandémicas del año pasado. El bajón durante el segundo mes del año respondió a los parates en plantas por reacondicionamientos y vacaciones, más allá de otras comparaciones.

Según pudo saber BAE Negocios, el Centro de Estudios formalizará ante el Comité Ejecutivo de la UIA el relevamiento de actualidad industrial de febrero, y allí destacará las paradas técnicas y el día extra que tuvo el segundo mes de 2020, justo antes del desembarco de la pandemia. Las fuentes consultadas adelantaron que el ritmo productivo mejoró en marzo y que “hay confianza en una reactivación sostenida durante 2021”.

Los dueños de las fábricas esperan una reconstrucción del tejido industrial, que aparecía tímida en el inicio del gobierno de Alberto Fernández, pero que fue pulverizada con la llegada de la pandemia y las restricciones de circulación y producción. Desde el Gobierno prometen un crecimiento sostenido y los empresarios, si bien acompañaron esa postura, alertaron que la suba de la presión impositiva, las obligaciones de no despedir y las restricciones al acceso de dólares para la importación de insumos “le pondrán techo a esa recuperación”.

Los números, por estos días, son los menos preocupantes. Si bien existe una alarma entre los industriales por el efecto de las restricciones actuales -mientras descartan que haya cierres temporales de fábricas por condiciones sanitarias-, los sobresaltos en las relaciones internas de la UIA pusieron una luz de alerta.

La sucesión de Miguel Acevedo se tornó imprevistamente tensa. Esa situación pondría en peligro una serie de proyectos que existen en el interior de la entidad, tanto de sectores como de regiones, que pasan desde complicaciones diarias hasta una reforma de la ley sobre pyme.

Como señaló este diario, la interna de la entidad fabril tomó dinámica. Durante el fin de semana se multiplicaron los llamados y existen reuniones agendadas para casi todos los próximos días. Sin embargo, esa conexión está lejos de mostrar acercamientos, ya que la “desconfianza” se volvió en un término utilizado por varios de los negociadores.

Según se pudo saber, se manifestó una resistencia ascendente para aceptar la designación de Daniel Funes de Rioja como próximo presidente industrial. De larga carrera en la gremial empresaria, el abogado laboralista y presidente de la Copal, encontró detractores en sectores y regiones de la UIA que ya hicieron saber de su postura. En tanto, sus defensores aseguraron tener el apoyo de las pymes alimenticias y prometen poner de manifiesto el respaldo regional.