La decisión oficial de habilitar el autodespacho de combustibles líquidos en las estaciones de servicio está a punto de cumplir seis meses, pero hasta el momento la iniciativa no contó con la adhesión masiva en el sector, al punto que a pesar del tiempo transcurrido solo tres establecimientos en todo el país está en condiciones de prestar ese servicio.

Las complicaciones para una adopción generalizada de la nueva modalidad encuentra varios obstáculos, entre los que se destacan la oposición de algunas provincias, la resistencia de los gremios del sector y la costumbre de los usuarios de ser atendidos, si se tiene en cuenta que el autodespacho nunca existió en la Argentina y tiene una escasa presencia en los países de la región.

 

Los costos del autodespacho en estaciones de servicio

 

Pero la implementación del autodespacho cuenta con otra dificultad adicional que no pareció tenerse en cuenta a la hora de aprobarse su autorización oficial: los costos para que una estación de servicio esté en condiciones para llevarlo a cabo son prohibitivos para una Pyme, con lo que el esquema quedaría reservado a las grandes compañías.

“Instrumentar este sistema implica para cualquier pyme un desembolso no inferior a varios miles de dólares por surtidor”, aseguró al respecto el secretario de Relaciones Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Carlos Gold.

La inversión a la que se refirió Gold en declaraciones a Ecos Radio de Necochea incluye “la modernización del software, la instalación de pantallas táctiles, sistemas de pago con códigos QR y adecuaciones de seguridad para permitir que los clientes se sirvan sin intervención de personal”, destacó el portal especializado El Estacionero, en un gasto total que se aproxima a los USD 20.000.

Menos de una estación cada mil

 

En la actualidad, el autoservicio está disponible en tres estaciones de servicio, sobre 5.349 bocas de expendio en todo el país (0,056% del total), de las que dos son de YPF (en CABA y el Rosario) y una de Shell (en CABA).

El autodespacho de combustibles líquidos -la medida sólo es para naftas y gasoil, no para GNC- se autorizó mediante el decreto 46 del 28 de enero, en el convencimiento oficial de que el país “experimentó un profundo proceso de avance tecnológico” que permite ofrecer a los usuarios esta modalidad, siempre que se garanticen "determinadas condiciones de seguridad”.

 

“Costo operativo menor”

 

La medida faculta a las estaciones de servicio a permanecer abiertas las 24 horas, “con un costo operativo menor” y asegura que "resultará especialmente beneficioso para aquellos que necesitan cargar combustible en horarios no convencionales”. 

Además, “ayudará a mantener los puestos de trabajo en un entorno seguro, por lo que se ofrece como una garantía para el resguardo de la integridad física de los trabajadores”, sostuvo.

 

El 3 de abril, la Secretaría de Energía dio a conocer los procedimientos y condiciones de seguridad que deben cumplir las estaciones de servicio para habilitar el autodespacho, a través de la resolución 147/2025.

"El nuevo procedimiento será más fácil y más rápido debido a que se quitan diferentes trabas burocráticas”, entre las que destacaron que “se le brinda más autonomía a los operadores, que ya no tendrán que pedir autorización a la Secretaría de Energía antes de adaptar la estación para el autodespacho”, manifestó la repartición encabezada por María Carmen Tettamanti.

Por su parte, el presidente de YPF, Horacio Marín, sostuvo en febrero que "en el mediano plazo, el autodespacho debería ser más barato que el despacho tradicional, como ocurrió en Estados Unidos", algo que consideró "lógico de esperar, porque reduce costos operativos para la estación", en tanto "el sistema permitirá a los clientes cargar combustible de manera más rápida y sin intermediarios".