POLÍTICA MONETARIA

Pese a la aceleración de los precios, el BCRA ralentizó el crawling peg

La velocidad de las microdevaluaciones diarias del dólar oficial en julio quedó por debajo de la de junio

Marcia Dell´Oca

En la última semana de julio el BCRA desaceleró las microdevaluaciones diarias hasta llevarlo a una tasa equivalente al 6,9% mensual, incluso si los relevamientos de precios evidenciaron que el nuevo dólar-maíz y la suba de alícuotas para las importaciones presionaron los precios al alza. Paradójicamente, en el reciente acuerdo a nivel técnico con el FMI, Argentina se comprometió a mantener el crawling peg por encima de la inflación. No obstante, con esta corrección, el dólar oficial cerró el mes con un aumento punta a punta del 7,2% y se acomodó ligeramente sobre el 7,1% en torno al cual se distribuyen las proyecciones de inflación de las consultoras privadas. De esta forma, al límite de las exigencias del Fondo, el BCRA bajó el ritmo devaluatorio respecto del que había llevado en junio.

Uno de los condicionantes del FMI alternativos a un salto devaluatorio fue el sostenimiento de la tasa de interés por encima de la inflación y otro, que el ritmo al que se mueve el dólar oficial no se atrase más respecto de los precios. Sin embargo, en la última semana, el BCRA suavizó el ritmo del crawling peg. Es que, precisamente, en la semana previa, el tipo de cambio oficial se había movido sensiblemente por encima de la inflación, a una velocidad equiparable a un 7,4% mensual conforme a los datos de la consultora Ecolatina.

Con la moderación de la última semana, el dólar oficial terminó subiendo 7,23% en julio, ligeramente por debajo del 7,25% de junio, aunque para ser datos realmente comparables, el valor de julio debería adecuarse para representar el ritmo de 30 días y no de 31: esto arroja un 7%, lo que confirma que en julio el BCRA ralentizó el crawling peg respecto del mes previo, incluso si los precios en los últimos días fueron en el sentido contrario, razón por la cual en el mercado no ven margen para que el BCRA siga suavizando el ritmo del dólar oficial.

Por caso, el relevamiento de precios de los alimentos en el Gran Buenos Aires que realiza la consultora EcoGo, por ejemplo, mostró que, en este rubro las subas se concentraron en la primera y tercera semana del mes con aumentos del 1,7% semanal. A partir de estos datos, señalaron que “en julio los precios de los alimentos y bebidas registraron una suba de 7,3%, lo que representa una desaceleración de 0,2 p.p. respecto a nuestro relevamiento en junio".

En consecuencia, para EcoGo, la inflación en el mes se ubicó en 7,1% y volvió a "acelerarse luego de dos meses a la baja". Incluso si el Banco Central decidió postergar hasta después de las PASO la publicación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de fin de julio, un sondeo de la consultora Equilibra entre sus pares confirmó que 7,1% es la mediana de las expectativas, cinco décimas menos que lo que el REM de junio había indicado y cinco décimas más que el 6,6% de su estimación.

"Entiendo que la intención del BCRA va a ser mantener el crawling en torno al 7,2% rondando un rango del 6,7% al 7,5% mensual, si no hay ningún imprevisto, a la luz del visto bueno del FMI. No creo que lo vayan a modificar a la baja, ya que el dólar oficial no solo luce atrasado, sino que está atrasado en términos macroeconómicos. El deterioro que causa el atraso es muy significativo y afecta principalmente a la meta de reservas. Por lo pronto, no veo que vaya a salirse de este sendero que, de por sí, tiene sus movimientos. Este martes, por ejemplo, subió a un ritmo mensualizado del 9,8%, pero en las medias móviles va entorno al 7,1%-7,2%. Sin modificarlo, el tipo de cambio real multilateral (TCRM) se mantiene estable, lo que es un problema porque es un nivel equiparable al previo al de la devaluación de Kicillof allá por 2014", dijo a BAE Negocios el economista de Romano Group, Salvador Vitelli.

Por este motivo precisamente, el lunes el mercado de los futuros del dólar anotó una fuerte suba que llevó la cotización para fines de agosto a $329 para el dólar mayorista, es decir 19,5% por encima de la del último día de julio. En cambio, este martes el Banco Central intervino en el mercado e hizo caer las cotizaciones a todos los plazos. Puntualmente, para el economista consultado, "estar expuesto en caso de devaluación es un riesgo, pero el volumen de interés abierto que tiene actualmente el Banco Central en este mercado no es riesgoso". Por el contrario, a Vitelli le resultó "llamativo que el BCRA haya dejado correr tanto las tasas de interés implícitas en los contratos" y "sin atropellar el mercado está en condiciones de orden un sendero de tasas".

Por lo pronto, tras la intervención de este martes, el contrato a fines de agosto a $316 tiene una tasa implícita que, si a lo largo de agosto, el BCRA reptiera el 7% de crawling mensual, al dólar oficial todavía le faltaría trepar otro 7% para equipar la cotización.

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