A pesar de la crisis producida por la pandemia de coronavirus, el conjunto de las provincias finalizará este año y el próximo con un resultado fiscal positivo, según anticipan en el Gobierno.

Así lo adelantó el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, al disertar en el Senado por el proyecto de Presupuesto 2021.

"El conjunto de las provincias argentinas muestra un resultado superavitario en 2020 y 2021", explicó el funcionario, aunque aclaró que el cálculo es para el consolidado de los distritos, por lo que esconde en su interior enormes disparidades y realidades diferentes dependiendo de cada distrito.

Rigo expuso en la Comisión de Presupuesto que preside el peronista Carlos Caserio, y estuvo acompañado por sus los secretarios de Finanzas, Diego Bastourre, y de Hacienda, Haroldo Montagú.

En ese sentido, Rigo detalló que en lo que va del año el gobierno central asistió mediante diversos mecanismos a las provincias por casi $200.000 millones, que compensa la pérdida de coparticipación por la crisis que tuvieron las arcas subnacionales ante la menor recaudación de impuestos nacionales.

"La caída ha sido compensada", aseguró el funcionario.

En ese sentido, defendió el hecho de que se suspendieran artículos sobre la ley de responsabilidad fiscal, que se sancionó a fin de 2017 para contener las cuentas fiscales de las 24 jurisdicciones del país. "Las metas cuantitativas se vieron superadas. Por ejemplo la regla macrofiscal cuantitativa de poner un tope de crecimiento en el gasto corriente en función de los recursos totales", explicó el secretario de Hacienda.

Una de las preguntas de la oposición se relacionó al índice de movilidad previsional utilizado para los cálculos del 2021. "Esto es casi la mitad del gasto público. Si le erramos, tenemos un problema", planteó el senador de Juntos por el Cambio, Martín Lousteau.

"El proyecto de Presupuesto hace un promedio de las dos o tres fórmulas que están en discusión sobre la nueva movilidad, que todavía no es ley, con las que tienen mayor probabilidad de ser seleccionadas", replicó Rigo.

Por su parte, Montagú se encargó de explicar las principales proyecciones macroeconómicas para el año próximo, y aclaró que las estimaciones asumen un escenario de nueva normalidad, con la vacuna contra el coronavirus ya aplicada en buena parte del mundo.

En tanto, Bastourre detalló el programa financiero, que contemplará un pago neto a organismos multilaterales por USD900 millones. Es que el BID y el BIRF aportarían unos USD800 millones al restar los desembolsos de los nuevos aportes, al tiempo que con las restantes entidades el flujo será negativo en USD400 millones.

Con el FMI, se asume una refinanciación de los vencimientos de capital pero un pago de intereses por USD1.300 millones.

Con estos compromisos más los que se tienen con el sector privado y público, el Gobierno deberá buscar el año próximo un financiamiento neto de $859.000 millones, estimó Bastourre.