La Reserva Federal (Fed) celebrará entre el miércoles y el jueves la reunión de política monetaria que definirá si inicia un ciclo de recorte de tasas de interés, en un contexto que luce complejo por dos datos claves para la economía de Estados Unidos debido al incremento de aranceles dispuesto por la administración encabezada por Donald Trump: el sector laboral se enfría y la inflación acusó una leve suba.

El titular de la Fed, Jerome Powell deberá decidir si avanza con un recorte de tasas para contener el enfriamiento del mercado laboral o si sostiene la política restrictiva para preservar la credibilidad en la lucha contra la inflación.

El último dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) encendió las alarmas en Wall Street: la inflación general subió en agosto un 0,4% y se aceleró al 2,9% interanual, el nivel más alto registrado desde enero. La núcleo, en tanto, avanzó un 0,3% mensual y acumuló un 3,1% interanual, con presión de rubros como el de autos usados, transporte y seguros, mientras que salud, recreación y comunicación mostraron descensos.

"El IPC subyacente lleva cuatro años y medio por encima del objetivo del 2% establecido por la Fed y la tendencia es al alza. No creemos que se alcance el 2% en varios años, salvo que haya una recesión, lo que no es nuestro escenario base", advirtió John Kerschner, gestor de carteras de Janus Henderson. 

Desde la gestora remarcan que, aunque la Fed mira con mayor atención el índice de gastos de consumo personal (PCE), el repunte del IPC terminará filtrándose y podría empujar el PCE subyacente por encima del 3% este mes, algo que no sucede desde marzo de 2024.

A este frente inflacionario se suma la fragilidad del mercado laboral: las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo treparon a 263.000 durante la primera semana de septiembre, el mayor nivel desde octubre de 2021 y por encima de lo esperado. El promedio de las cuatro semanas subió a 240.500 y las solicitudes continuas se mantuvieron en 1,9 millón.