Sturzenegger confirmó una desregulación para la exportación de frutas y hortalizas
Senasa dejará de pedir una serie de requisitos y se centrará en aspectos de vigilancia sanitaria y los productores tendrán que "hacer menos papeleo", destacó Sturzenegger
La exportación de frutas y hortalizas dejará de estar sujeta a una serie de trámites y requisitos exigidos hasta ahora por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que centrará su acción en las tareas de vigilancia sanitaria.
Así se dispuso mediante la unificación de una serie de normativas en la resolución 21/2025 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, publicada hoy en el Boletín Oficial, y que fue destacada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en un posteo en la red social X, acompañado por una fotografía en la que se compara la cantidad papeles que se debían completar con los que serán requeridos de ahora en más.
La Resolución 21/25 (y otra que viene mañana), con firma de Sergio Iraeta, implementan una histórica desregulación en la industria de frutas (cítricas, no cítricas, secas y desecadas). Para visualizar de lo que hablamos comparen en la foto adjunta la reglamentación vieja (la pila… pic.twitter.com/b4AE0oiTtW
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) February 10, 2025
La resolución señala la necesidad de “contar con un marco normativo unificado y actualizado” para asegurar las condiciones de inocuidad de las frutas, hortalizas, aromáticas, hongos, algas y semillas comestibles que se destinan al consumo.
“Es importante establecer procesos y procedimientos claros, para procurar minimizar el riesgo de contaminar los productos en los lugares de acondicionamiento”, añadió la norma en sus considerandos, por lo que consideró conveniente unificar los registros “en uno solo para gestionar de forma más eficiente las inscripciones de los lugares de acondicionamiento y el manejo de información que se genera”.
La reglamentación para el acondicionamiento de frutas y hortalizas data de 1998 y tuvo “debido al transcurso del tiempo, una desactualización respecto a los avances tecnológicos y los cambios de prácticas en las actividades”.
“Régimen militar kafkiano”
Sturzenegger señaló que la nueva medida, a la que enmarcó en la “revolución de la desregulación”, surgió luego de una consulta del productor frutícola chaqueño Walter Detzel, presentado en X como “mileista- liberal libertario -filósofo- pensador- místico”, quien le planteó que “le pedían envases para sus sandías que su cliente externo no aceptaba”.
“La solución: cargaba el barco y cuando salía desarmaba los paquetes exigidos y los reemplazaba por los que sí servían”, señaló Sturzenegger, quien remarcó que ese mensaje “resultó la punta del témpano”, ya que “abajo pululaba una maraña de resoluciones y obligaciones típicas de un estado militar-kafkiano”.
De inmediato, comenzó el trabajo de Desregulación con el Senasa, a cuyo presidente, Pablo Cortese, Sturzenegger catalogó como “el indiscutible héroe de la jornada”, al plantear que el verdadero objetivo del organismo es el de “la vigilancia sanitaria (controlar que no haya pestes que puedan propagarse afectando la actividad), y la emisión de certificados fitosanitarios para la exportación (que permiten el comercio internacional de estos productos)”.
La nueva norma
En consecuencia, la nueva norma parte “desde cero focalizada en solo estas dos cosas”, dando como resultado “una normativa liviana donde los productores solo tienen que avisarle al Senasa lo que hacen y donde están”, para que ante un evento sanitario se pueda trabajar con los productores para contener el foco, “y donde también ponemos al Senasa a disposición para la emisión de certificados fitosanitarios”.
“Con esta reformulación de normativa a base cero, damos un paso más en la revolución de la desregulación que nos pide nuestro presidente Javier Milei, en este caso favoreciendo a los productores de frutas a lo ancho y largo del país”.
Qué indica la nueva normativa
Sturzenegger detalló los aspectos principales de la resolución, que unifica una serie de disposiciones.
- Se deja de pedir habilitación de instalaciones, así como su revalidación anual. “Todos los trámites en curso caen automáticamente, las firmas registradas ya no necesitan hacer nada más”, resaltó.
- El productor “puede cosechar cuando quiera, ya que se eliminan los permisos de autorización de cosecha (sí, antes un burócrata te decía si podías cosechar y cuándo)”.
- Se elimina toda la normativa que tiene que ver con envases. “Los envases pasan a ser una elección libre de los productores. (Sí, antes el Senasa te decía como envasar y te verificaba que le dieras bola)”, puso de relieve el ministro.
- El organismo estará disponible para certificar lo que exijan las autoridades sanitarias de los países importadores, “pero no va a poder exigir ningún trámite adicional”, destacó, en referencia a procedimientos que se dejan sin efecto como “medir el tamaño de las cabezas de ajo que luego se usaban para hacer pasta, o pedirte la habilitación de una fábrica para certificar muestras”.
- Se eliminan las restricciones a la exportación por tipología de fruta (antes solo se permitía la exportación de fruta premium). Se exportará lo que demande el mercado.
“De esta manera los productores van a hacer menos papeleo y el organismo podrá poner más energía en la vigilancia sanitaria, donde agrega valor”, finalizó Sturzenegger.