Un relevamiento realizado por más de 50 consultoras y bancos privados, locales e internacionales, anticipa que el dólar continuará su tendencia alcista durante los próximos meses, impulsado por la depreciación del peso y la incertidumbre política previa a las elecciones legislativas. De acuerdo con el informe LatinFocus, elaborado por la consultora internacional FocusEconomics, el tipo de cambio oficial se ubicaría cerca de los $1.500 por dólar hacia fines de 2024, marcando una suba gradual pero sostenida respecto de los valores actuales.

En paralelo, economistas del Banco Central difundieron un informe sobre la cotización del dólar el día después de las elecciones legislativas.

En su último informe, el panel de analistas señaló que el Banco Central adoptó un esquema de flotación controlada desde mediados de año, permitiendo que el peso se mueva dentro de una franja entre $1.000 y $1.400 por dólar. A comienzos de octubre, el tipo de cambio oficial se posicionó en $1.424,70, mientras que el dólar paralelo se negoció en torno a los $1.440, evidenciando una depreciación mensual del 4,6%. Los expertos prevén que ambas cotizaciones seguirán ajustándose al alza a medida que avance el último trimestre.

El informe de FocusEconomics proyecta que el dólar cerrará el año cerca de $1.496,40, con una depreciación acumulada superior al 40% respecto del inicio de 2024. Para 2025, los analistas prevén que el tipo de cambio podría superar los $1.730, en línea con el proceso de desinflación gradual y el ajuste de las tasas de interés. Este escenario, según los economistas, refleja un equilibrio entre la estabilización fiscal del Gobierno y las presiones cambiarias derivadas del contexto político.

Entre los factores que inciden en la dinámica del dólar, el informe destaca la volatilidad financiera interna, las tasas de interés más altas y las expectativas sobre una posible asistencia internacional. El mercado reaccionó con cautela ante la posibilidad de un swap financiero con Estados Unidos por USD 20.000 millones, que podría reforzar las reservas y contener la presión sobre el tipo de cambio en el corto plazo, aunque el acuerdo aún no fue firmado.

En este contexto, los analistas coinciden en que el peso argentino seguirá debilitándose hacia fin de año, aunque a un ritmo más controlado que en meses anteriores. Con un dólar oficial proyectado cerca de los $1.500 y un dólar libre posiblemente por encima de los $1.550, el mercado cambiario argentino cerraría 2024 en un nuevo equilibrio nominal, condicionado por la evolución de la inflación, el resultado electoral y las señales de política monetaria del Banco Central.