El economista Carlos Melconian aseguró que el régimen cambiario del gobierno de Javier Milei está “a días de su defunción” y anticipó que la dinámica actual no podrá sostenerse cuando comiencen a pagarse importaciones postergadas. “Aunque el presidente sea Gardel, la gente va a dolarizar sus carteras”, advirtió.

En una entrevista radial, Melconian analizó la coyuntura económica y advirtió que el valor actual del dólar se mantiene por una situación transitoria. Según explicó, la operatoria vinculada al blanqueo permitió sostener el mercado cambiario hasta febrero, pero ese esquema ya no tiene margen de continuidad.

“El blanqueo vino con esta novedad: se prestan los argendólares, los que toman el crédito van al MULC, lo compra el Banco Central y con eso bancaron hasta febrero”, detalló.

Para el expresidente del Banco Nación, esa ingeniería financiera está agotada desde marzo y abril, cuando empezaron a pesar las metas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Si el blanqueo seguía hasta las elecciones, seguía. Pero la realidad los empujó”, sentenció.

 

¿Hasta cuándo seguirá el dólar planchado?

“No va más", dijo Melconian al advertir sobre las importaciones y la demanda del Estado. El economista también subrayó que el actual esquema cambiario enfrenta un límite estructural: la necesidad del Estado de comprar divisas para hacer frente a sus compromisos.

“El segundo elemento es si metés la demanda del Gobierno, porque en algún momento tenés que comprar dólares para pagar, flaco”, ironizó. Y agregó: “Ahí es donde yo digo que no es solo la política del riesgo país”.

En ese sentido, pronosticó un giro inminente en el rumbo económico y dijo que el dólar seguiría planchado hasta antes de las elecciones.  Según su visión, los agentes económicos ya comenzaron a dolarizar carteras por temor preelectoral, y esa tendencia se acentuará más allá de la figura presidencial. “La gente se va a cubrir igual, aunque el presidente sea Gardel”, graficó.

Consultado por el vínculo con el Fondo Monetario Internacional, Melconian consideró “seguro” que el organismo concederá un waiver en la próxima revisión. Sin embargo, relativizó su importancia frente a los desafíos que enfrenta el Banco Central.

“Lo que importa es la meta de reservas. Lo que hay que afinar es cuál es el mecanismo para comprar lo que se necesita para los servicios de la deuda pública”, explicó.