Aumento para jubilados docentes: cuánto cobran en junio
Los 193.000 jubilados docentes nacionales no universitarios tienen una movilidad trimestral propia, ajena a la Anses
Desde junio de 2025 y durante los próximos tres meses, los 193.000 jubilados docentes nacionales no universitarios percibirán un aumento del 13,59% en sus haberes, según confirmaron representantes sindicales del sector. El ajuste forma parte del mecanismo de movilidad trimestral previsto en su régimen previsional especial y se aplicará automáticamente a los beneficiarios alcanzados por esta normativa.
En paralelo, los jubilados de Anses cobrarán en junio con un 28% de aumento y recibirán un bono de $70.000 más el medio aguinaldo.
A diferencia del régimen general de jubilaciones que ajusta sus haberes mensualmente de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), los jubilados docentes tienen un esquema de actualización particular. Este se basa en la evolución del indicador Remuneración Imponible Promedio Docente (RIPDOC), que refleja la variación salarial de los docentes en actividad con aportes al sistema previsional nacional.
Este cálculo, sin embargo, no contempla las sumas no remunerativas que muchos trabajadores en actividad perciben, por lo que el índice no refleja la totalidad de los aumentos recibidos por los docentes activos. Esta diferencia impacta directamente en la capacidad del RIPDOC de mantener el poder adquisitivo de las jubilaciones docentes.
Durante el trimestre anterior —que abarcó los meses de marzo, abril y mayo— el incremento fue del 10,61%, por lo que la nueva suba representa una leve mejora. Aun así, continúa estando por debajo de la inflación acumulada, lo que mantiene la presión sobre los ingresos del sector pasivo.
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Un régimen con características propias
El régimen previsional docente se distingue del general por múltiples factores. En primer lugar, los docentes aportan un 13% de su salario, dos puntos más que el aporte habitual. Además, acceden a la jubilación con el 82% móvil del cargo que ocupaban al momento de cesar la actividad, lo que implica una mayor correlación entre salario activo y haber jubilatorio.
Por otro lado, no reciben bonos compensatorios, como los refuerzos que Anses otorga periódicamente a quienes cobran la jubilación mínima en el régimen general. Esta exclusión también los deja fuera de la movilidad mensual vinculada a la inflación, que rige actualmente por decreto.
Según informes sindicales, esta estructura especial no logró proteger a los jubilados docentes del deterioro económico. Entre 2018 y comienzos de 2024, la pérdida de poder adquisitivo acumulada habría alcanzado el 23% en términos reales, sin considerar las variaciones mensuales posteriores. Esta caída refleja los efectos de la inflación sobre haberes que, si bien tienen un mecanismo de ajuste propio, no logran seguir el ritmo del alza sostenida de precios.