El último informe de Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario que presentó el Banco Central mostró que en enero y febrero, la autoridad monetaria hizo frente a uno de los peores resultados históricos. Perdió 2.112 millones de dólares en solo dos meses en el mercado de cambios, el peor resultado desde 2019.  En efecto, en febrero 9 de cada 10 dólares que se vendieron a clientes bancarios al tipo de cambio oficial salieron de las reservas internacionales.

Así, lo precisó el Banco Central al asegurar que: “En febrero, las y los clientes de las entidades compraron USD 844 millones en el mercado de cambios, de los cuales el BCRA vendió USD 750 millones en el mercado y efectuó pagos netos a través del Sistema de Pagos de Moneda Local por USD 69 millones, mientras que las entidades vendieron USD 25 millones”.

En tanto, al considerar también los movimientos de divisas con organismos multilaterales de crédito, el déficit del Balance Cambiario se agravó hasta llegar a los 2.888 millones de dólares, peor que el de 2018 cuando llegó a los 2.868 millones de dólares.

La combinación de la sequía y el adelantamiento a diciembre mediante el dólar-soja 2 de las liquidaciones de exportaciones planificadas para el primer trimestre dejó al país en el primer bimestre con un saldo favorable de 986 millones de dólares entre exportaciones e importaciones de bienes, menos de la mitad de los 2007 millones de igual período del año pasado. Con una caída del 24% de los ingresos por exportaciones, para poder mantener este número superavitario, el Gobierno debió pisar los permisos de importación a tipo de cambio oficial. En su conjunto cayeron 18% en el bimestre.

 

Y aunque la balanza comercial por el lado del comercio terminó superavitaria, este saldo no alcanzó a cubrir los componentes estructuralmente deficitarios de la cuenta corriente: el balance comercial por servicios, los ingresos primarios por inversiones directas y dividendos y los ingresos secundarios. Por el lado de los servicios, se acumuló en el bimestre un rojo de 1326 millones de dólares, apenas 27 millones más que en 2022.

Es que el egreso de divisas por servicios turísticos y otros pagos al exterior con tarjeta de crédito se incrementó un 32% hasta los 1.083 millones de dólares incluso después de la aplicación del dólar-Qatar, esto es el acceso al dólar oficial con un recargo impositivo del 75% (en el caso de superar los 300 dólares en el mes) con el que el Gobierno buscó desincentivar la demanda de divisa en el mercado oficial y pasarla a los dólares bursátiles o el mercado negro.

 

La balanza comercial por servicios también mostró caídas del orden del 40% sobre los ingresos de dólares por comunicaciones  y del 20% por servicios informáticos en la comparación con igual bimestre de 2022, sectores que hasta el año pasado mostraban crecimiento. Estas reducciones, se entiende, no obedecen necesariamente a una caída real de las exportaciones de servicios, sino a la caída de la registración y liquidación de estas exportaciones al dólar oficial. El incentivo a no registrarlas, hacerlo parcialmente o ingresar las divisas a tipo de cambio paralelo, de hecho, fue lo que llevó al Gobierno recientemente a aprobar el monotributo especial para los trabajadores que brindan servicios en el exterior, una manera de sostener la recaudación tributaria a pesar de la elusión generalizada al MULC.

 

Donde sí se vio un impacto de los múltiples recargos al tipo de cambio oficial fue en la demanda de dólar-ahorro, aquel que tiene un recargo de 65% y un tope de 200 dólares por persona. Las personas humanas adquirieron en febrero 130 millones de dólares, 27,6% menos que en igual mes de 2022.