VIERNES

Con un canje de deuda en pesos, el Gobierno busca descomprimir vencimientos

El Gobierno intenta aliviar un calendario de vencimientos asfixiante y utiliza una herramienta financiera que también podría trasformar en una señal política

BAE Negocios

La Secretaría de Finanzas realizará el viernes un canje que abarca vencimientos entre mayo y octubre, con el objetivo de reducir el riesgo de refinanciación antes de las elecciones. Esta movida, en línea con una posible eliminación de restricciones cambiarias, busca ofrecer una alternativa a los tenedores de Lecap, Boncap y Boncer, instrumentos que enfrentan vencimientos inmediatos. A cambio, el Gobierno propone una canasta de cuatro bonos duales con vencimientos escalonados hasta diciembre de 2026, prometiendo tasas de interés que oscilan entre el 29,5% y la TAMAR.

“Esto no es un rolleo de vencimientos, es una invitación a convertir instrumentos de corto plazo por otros más largos”, aseguró Pablo Quirno, secretario de Finanzas, en un intento por aclarar el panorama. Sin embargo, muchos en el sector advierten que la presión de los vencimientos no se disipa tan fácilmente. La operación busca despejar más de 23 billones de pesos en vencimientos antes de las elecciones de medio término, un ejercicio que, de ser exitoso, podría evitar un impacto severo en la inflación y el tipo de cambio.

El canje no es solo una herramienta financiera; es también una señal política. Con elecciones en el horizonte y un cronograma de vencimientos que amenaza con encarecer el manejo del mercado cambiario, el Gobierno busca mostrar músculo y evitar turbulencias. Sin embargo, los analistas coinciden en que el éxito de esta operación no dependerá únicamente de su ejecución técnica, sino de su capacidad para generar confianza en un mercado acostumbrado a la incertidumbre.

Con la intención de aliviar un calendario de vencimientos asfixiante, el Ministerio de Economía busca postergar pagos equivalentes al 20% de las obligaciones totales de este año. La operación incluye once títulos elegibles, que serán canjeados por una canasta de bonos duales con vencimientos entre marzo y diciembre de 2026.

Una jugada para calmar el mercado

Según Bloomberg, desde el Palacio de Hacienda se apuesta a que este movimiento alivie la presión sobre el mercado cambiario. Max Capital resumió la lógica detrás de la operación: "Extender los vencimientos mitigaría el riesgo de una venta masiva que presione los precios del dólar o dispare la inflación. Si el canje tiene éxito, el Gobierno podría quedar bien posicionado para desarmar los controles cambiarios, lo que no sorprendería si se tratara de una exigencia del FMI".

No es un secreto que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) están en pleno desarrollo. En este contexto, la consultora PxQ sugirió que el canje podría formar parte de las condiciones pactadas para liberar un nuevo desembolso. "Liberar presión de corto plazo permitiría al Banco Central manejar la tasa de política monetaria con mayor flexibilidad", analizó el equipo liderado por Emmanuel Álvarez Agis.

Los números detrás de la estrategia

Según datos del mercado, los vencimientos que el Gobierno intenta despejar se distribuyen así: $5,4 billones en mayo, $7 billones en junio, $2,7 billones en julio, y $5,6 billones en noviembre, entre otros. Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtió que la mayor parte de estos títulos está en manos privadas, una señal que sugiere que la operación podría ser aceptada por un amplio espectro de inversores.

AdCap también mostró optimismo al prever un alto interés en los bonos duales, aunque matizó: "El reciente ajuste del crawling peg y las expectativas de recorte en las tasas pueden incentivar a extender más allá de 2025. Sin embargo, la inflación de diciembre, alineada con las proyecciones, moderó el entusiasmo de algunos inversores".

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