Más importaciones

Con Vaca Muerta no alcanza: prevén que en cinco años podrían agotarse los superávits gemelos

El crecimiento de la actividad económica traerá aparejado un incremento de las importaciones. En 2030 ya no podría ser compensado por el de las exportaciones

mebatiz

La tendencia de un crecimiento de las importaciones mayor que el de las exportaciones podría derivar en 2030 en el fin de un período de seis años consecutivos de superávit comercial. De esa manera, también podría terminar la estrategia oficial de asegurar la estabilidad económica y cambiaria junto al saldo financiero favorable.

Los denominados “superávits gemelos” (en el intercambio comercial y en el resultado fiscal) constituyen la base del plan económico del gobierno del presidente Javier Milei, porque son un respaldo para evitar la emisión monetaria y el ingreso de divisas genuinas del comercio exterior.

Si bien en la historia reciente la coexistencia de las dos variables tiene un antecedente en la Presidencia de Néstor Kirchner, desde la gestión libertaria se objeta que en esa ocasión ambos resultados se alcanzaron por el default y posterior reestructuración de la deuda (que implicó menor carga en el resultado financiero) y la devaluación de los primeros meses de 2002, que restringió las importaciones e impulsó las exportaciones.

 

Crecimiento y apertura

El crecimiento de la actividad económica suele generar en la economía argentina una serie de complicaciones en el sector externo, con el incremento de las importaciones de insumos y bienes de capital por parte de la industria y de bienes durables y de consumo de la población en general.

Esa tendencia podría potenciarse con las medidas de apertura y desregulación que lleva adelante la actual administración y en los hechos se viene reflejando con una continua reducción del saldo comercial, al punto que diferentes consultoras prevén que el superávit de 2025 será menor a la mitad del récord de USD 18.928 millones registrado el año pasado.

Por lo pronto, el superávit de USD 204 millones del mes pasado representó una caída interanual del 89%. Si se toman períodos más extensos para neutralizar posibles efectos estacionales, el saldo favorable del primer cuatrimestre de 2025 fue de USD 1.265 millones, un 79,6% menos que los USD 6.208 del mismo período del año pasado.

 

Energía y minería

Desde el Gobierno tienen la esperanza de mejorar el saldo comercial de los próximos años, a través de la energía y la minería. Esto sumarían su aporte al que tradicionalmente realiza el complejo agrícola y agroindustrial.

La consultora Invecq señaló que “mucho se habla acerca de Vaca Muerta y la minería como game changers” que, en base a las inversiones de los últimos años y aquellas en desarrollo o planificadas, espera una mejora comercial notable en el mediano plazo.

De esa forma, la entidad presidida por el economista Esteban Domecq proyectó que “para 2030 la Argentina tendría un superávit energético de USD 25.000 millones (vs. USD 5.730 millones en 2024) y exportaría USD 19.200  millones en minerales (vs. USD 4.700 M el año pasado)”.

No alcanza

Ese incremento de USD 33.770 millones, sumado a lo que puedan generar otros complejos exportadores, parecerían ser suficientes para evitar complicaciones en el intercambio comercial, pero para Invecq “no son suficientes”.

Para demostrarlo, recurrió a un ejercicio de simulación, asumiendo un crecimiento tendencial del PBI del 3% por año, una suba de las importaciones de bienes no energéticas de 9,5% y de servicios de 5% y un aumento de las exportaciones (excluyendo las ya señaladas de energía y minería) del 2% anual.

“La balanza comercial comenzaría a decrecer a partir de 2026 y podría llegar a ser deficitaria en 2030”, estimó, con lo que se perdería una de las dos anclas del programa.

Por otra parte, Invecq advirtió que “la cotización de los commodities energéticos es bastante volátil, con lo cual las proyecciones del gobierno, que pueden cumplirse en términos de cantidades, no necesariamente lo hagan en valor”.

“Es evidente que, si el país logra dejar atrás el estancamiento de los últimos 15 años, necesitará una cantidad significativa de divisas, más aún si se profundiza la apreciación del peso. Vaca Muerta y la minería jugarán un rol central, pero no serán suficientes”, alertó.

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