Deudas con la tarjeta de crédito: cómo es el cálculo de los intereses con el pago mínimo
Conocé cómo funciona el sistema de financiamiento para no terminar más endeudado
Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito puede parecer una salida temporal frente a un mes de gastos altos, pero en realidad es una de las formas más costosas de financiarse. Detrás de ese “respiro” se esconden intereses elevados que pueden duplicar o triplicar el saldo original si se repite la práctica durante varios meses.
Fin del tope a las tasas y libertad para los bancos
Hasta mayo de 2024, el Banco Central (BCRA) mantenía un límite del 122% nominal anual para los intereses aplicables a los saldos impagos de tarjetas de crédito —el llamado sistema revolving—. Ese tope buscaba evitar que las entidades cobraran tasas excesivas sobre las deudas financiadas mes a mes.
Sin embargo, esa regulación fue eliminada, y desde entonces cada banco puede fijar libremente sus tasas, según su política comercial y el perfil de riesgo de sus clientes. Esto implicó un cambio estructural: el costo de financiar el consumo con tarjeta pasó a depender casi por completo de las decisiones del banco y del comportamiento financiero del usuario.
Cómo se calculan los intereses
Cuando un cliente paga sólo el monto mínimo del resumen, el resto del saldo se considera financiado, y sobre ese monto se aplican los intereses correspondientes al siguiente período.
El cálculo puede realizarse sobre el saldo promedio diario o sobre el saldo total al cierre del resumen, dependiendo de la entidad emisora. A ese monto se le suma el interés del período, que se incorpora al nuevo saldo en el próximo resumen.
Si el usuario vuelve a pagar sólo el mínimo, el ciclo se repite, y la deuda crece mes a mes por el efecto del interés compuesto.
En la práctica, esto significa que un gasto de $100.000 puede transformarse en una deuda de más de $200.000 en menos de un año si se paga solo el mínimo en forma continua.
Tasas y diferencias entre bancos
Con el fin del tope del BCRA, los bancos fijan tasas diferentes según el tipo de tarjeta y el perfil del cliente. Las tarjetas clásicas suelen tener las tasas más altas, mientras que las gold o platinum, asociadas a ingresos más elevados, pueden acceder a condiciones levemente mejores.
En promedio, las tasas nominales anuales (TNA) por financiamiento de saldos impagos oscilan entre 180% y 250%, aunque algunas entidades superan el 300% en segmentos de mayor riesgo.
El riesgo del interés compuesto
Aunque pagar el mínimo evita caer en mora y permite seguir usando la tarjeta, los intereses se acumulan sobre los saldos pendientes, generando una deuda creciente y difícil de cancelar. En muchos casos, el usuario termina destinando parte importante de su ingreso mensual al pago de intereses, sin reducir significativamente el capital adeudado.
Los especialistas recomiendan utilizar el pago mínimo solo en casos de emergencia y procurar cancelar la totalidad del resumen lo antes posible. También sugieren consultar las tasas efectivas mensuales que aplica cada banco y considerar alternativas de refinanciación o consolidación de deuda antes de que el saldo se vuelva inmanejable.