El Gobierno oficializó la disolución de los fondos fiduciarios de Integración Socio Urbana (FISU) y para la Promoción Científica y Tecnológica (Fondotec), con el fin de “propender a la mayor transparencia y eficiencia en la gestión de los recursos públicos”, luego de comprobar una serie de ineficiencias e irregularidades en su administración.

Las disoluciones de los organismos se concretó a través del decreto 312/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, y con esta medida suman 24 los fondos fiduciarios disueltos en diecisiete meses de gestión del presidente Javier Milei.

La eliminación de los dos fondos había sido adelantada por el vocero presidencial y candidato a legislador porteño, Manuel Adorni, en un posteo en el que aseguró que “el Fondotec sólo utilizó 33 millones de los más de 28.000 millones de pesos que le fueron asignados entre 2022 y 2023” y que el FISU “compraba terrenos contaminados, concedía obras a cooperativas sin antecedentes y demoraba el desarrollo de las mismas”.

 

 

 

Qué es un fondo fiduciario

Los fondos fiduciarios comenzaron a aflorar en 1995 y desde entonces se crearon cerca de cuarenta, para el financiamiento de diferentes actividades.

Con las variaciones propias de cada caso, un fondo fiduciario es un fideicomiso integrado con recursos fiscales destinados a un fin específico y, en lo que respecta a su organización en la Argentina, tienen la particularidad de no estar incluidos en el Presupuesto de la Administración Nacional, lo que para muchos críticos constituye una de las razones de su falta de transparencia.

 

El FISU

 

En los considerandos del decreto, se señala que la Sindicatura General de la Nación (Sigen) “formuló varias observaciones sobre el funcionamiento del  FISU, entre las cuales se destaca la generalizada falta de cumplimiento en los plazos previstos en la ejecución de obras, evidenciando la existencia de falencias en la planificación de los tiempos previstos para la ejecución de los proyectos, generando, en consecuencia, mayores costos adicionales y administrativos”.

“Además, se han evidenciado retrasos en las rendiciones de cuentas e incumplimientos a lo dispuesto en los diferentes contratos, así como la ausencia de comunicación de los proyectos de pliegos y de actos administrativos de los procesos de contratación al fiduciario”.

 

En el informe de la Sigen, también se constató “la adquisición de predios cercanos a basurales, lo que genera efectos contaminantes para el agua, el aire y el suelo, afectando la instalación de asentamientos humanos, como así también la aprobación de proyectos sin la debida tasación del inmueble propuesto para tal fin”.

Por otra parte, se observó “la adjudicación de determinadas obras a cooperativas que no acreditaron fehacientemente antecedentes de especialidad e idoneidad para el cumplimiento de la prestación requerida, contrariando lo establecido en diversos instructivos operativos para la implementación de proyectos de integración socio urbana”.

Para completar los motivos sostenidos para su disolución, se recordó que dos de los recursos tributarios utilizados para el financiamiento del FISU perdieron vigencia: el impuesto PAIS y el Aporte Solidario establecidos en el inicio de la pandemia de coronavirus.

 

El Fondotec

 

La misma Sindicatura presentó un informe de auditoría en el que se señalan “debilidades de control interno en la administración” del Fondotec, entre los que destacó “la inexistencia de reglamentos, tanto de gestión como operativo”.

“También se detectó la ausencia de instrumentos normativos que regulen las operaciones del Fondo, junto con la falta de un plan de inversiones que evite la depreciación de los recursos; así como deficiencias de control en la trazabilidad de la registración contable”.

 

Los fondos fiduciarios disueltos

Desde abril del año pasado, el Gobierno de Milei disolvió 24 fondos fiduciarios, en una serie iniciada con el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino y el Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro).

Posteriormente, fue el turno de los fondos fiduciarios para la Generación Distribuida de Energías Renovables (Fodis), para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO) y para la Cobertura Universal de Salud (CUS).

Luego fue el turno del Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor (Fondce), el Fideicomiso para la Refinanciación Hipotecaria, el Programa de Inversiones Estratégicas, el Fondo de Asistencia Directa a Víctimas de Trata y el Programa para Incrementar la Competitividad del Sector Azucarero del NOA (Proicsa).

El listado se completó con los fondos fiduciarios de Emergencias, Progresar, de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, para la Vivienda Social, del Servicio Universal (FFSU), de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (Prodaf), de Infraestructura de Seguridad Aeroportuaria y para el Transporte Eléctrico Federal, entre otros.