El atraso cambiario permitió la menor inflación mayorista desde 2020
El Indec publicó los precios mayoristas de agosto, una canasta formada principalmente por insumos productivos transables. La suba fue de 2,1%, la más baja desde el pandémico mayo del 2020. Los mayoristas subieron menos que el IPC, lo que da cuenta de una recomposición de márgenes por parte de las empresas
De la mano del atraso cambiario, los precios mayoristas mostraron en agosto la menor suba desde mayo del 2020, en pleno escenario de parate pandémico: esta vez, el incremento fue del 2,1% y la dinámica del dólar subiendo a un ritmo nominal del 2% mensual fue la clave. Y es que los precios mayoristas son una canasta formada principalmente por bienes transables, mayormente insumos productivos, es decir que refleja una buena parte de los costos empresarios.
El Gobierno viene apostando fuerte a la desinflación de la mano de un atraso en la cotización del dólar, sumado a un ritmo de aumentos tarifarios más lento que el esperado. El dólar viene actualizándose al 2% mensual, un ritmo por cierto muy menor al de la inflación, lo que lleva a observar que mes a mes, efectivamente, se va produciendo un atraso cambiario en términos reales.
La contraindicación de esa receta es, claro, el efecto sobre la competitividad cambiaria, en un mes en el que además se comenzaron a solapar los dos esquemas de pagos de importaciones y la expectativa oficial de que comience a verificarse cierta recuperación económica, tras el fuerte escenario recesivo que caracterizó a la primera parte del 2024. Todo ello, a priori, tiene potencial de conspirar en materia de demanda de divisas. En lo que va del mes, de hecho, el BCRA tuvo que desprenderse de USD114 mediante ventas en el mercado oficial, sin contar las de la intervención en los dólares financieros.
Por lo pronto, la táctica oficial rindió sus frutos cuando desde el 25,5% de inflación de diciembre la dinámica mensual se redujo hacia una de incrementos en torno al 4% en los últimos 4 meses. Ese 4%, por cierto, está bien por debajo del promedio del 10% mensual que marcó el IPC a lo largo del año pasado. Si bien el estancamiento en 4% da cuenta de los límites de la estrategia, que además trae acarreados fuertes costos no solo cambiarios y de pérdida de reservas, sino también recesivos, en los costos empresarios se ve un mayor nivel de éxito, ya que sí lograron perforar el 4%.
El Indec publicó este martes el informe del Sistema de índices de precios mayoristas, correspondiente a agosto. Mostró que el Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un incremento del 2,1%. En lo que va del año acumuló un 58,4%, bien por debajo del 94,8% de los precios al consumidor, lo que implicó que las empresas lograron recuperar márgenes y remarcar más que lo que aumentó su dinámica de costos. La variación interanual fue del 218,4%, también por debajo del 236,7% del IPC.
La energía eléctrica traccionó hacia arriba en las empresas, con un aumento del 5,7% mensual. Y desde la consultora ACM destacaron que los precios importados subieron 0,2%, bien por debajo del 2,1% promedio, y del 2,2% de los productos nacionales: “Los Productos importados vuelven a registrar una variación por debajo de los Nacionales. Dado que los precios de los productos importados responden principalmente por el tipo de cambio y la devaluación correspondiente, el ritmo de crawling peg establecido al 2,2% mensual se ha traducido en un marcado descenso de los precios importados luego del salto cambiario registrado en diciembre”.