La Argentina logró revertir el déficit comercial que había registrado la relación con Brasil durante los dos primeros meses del año gracias a un superávit de US$47 millones. En marzo, en el ingreso al shock de la pandemia del coronavirus sobre la economía mundial y regional, los productos locales vendidos al principal socio comercial del Mercosur sumaron US$818 millones mientras que las compras totalizaron US$771 millones.

El comercio bilateral entre ambos países durante marzo sumó US$1.589 millones lo que significó una caída del 10,7% en comparación con el mismo mes de 2019, cuando habían intercambiado productos por US$1.779 millones, "consecuencia tanto de la contracción de las exportaciones argentinas hacia Brasil (16,8%) como de las importaciones desde aquel destino (3,1%)", según señaló un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.

Los números del comercio exterior con uno de los aliados mercantiles del mundo que tiene la Argentina demuestran, como positivo, que el ingreso de dólares benefició al país en momentos en que necesita tener controlada la salida de divisas para afrontar las obligaciones externas por deuda.

Pero el superávit comercial se explicó por una reducción de las compra-ventas entre ambos países, principalmente por la caída del sector automotriz, lo que evidenció una menor salida de productos nacionales hacia Brasil y el ingreso reducido de importaciones que se utilizan en algunos casos como insumos para la actividad local.

El retroceso en el saldo comercial para Argentina fue del 74,9% en términos interanuales.