El consumo masivo arrancó el 2025 recuperando, pero aún sigue hundido
Durante enero hubo una mejora del 1,9% contra el mes anterior y trepó 4,1% en tres meses. Sin embargo, continuó 7,7% por debajo de noviembre del 2023, antes de que asuma el actual Gobierno
El consumo masivo mostró mejoras en el inicio del 2025, aunque sigue muy por debajo de los niveles previos a la asunción del Gobierno actual y de la devaluación que decidió a los pocos días de su llegada. Las ventas de supermercados medidas por el Indec crecieron 1,9% mensual desestacionalizado durante enero y en los últimos tres meses treparon 4,1%. Sin embargo, siguen 7,7% por debajo de los niveles de noviembre del 2023, de la mano con unos salarios que cayeron 5,2% real, con un desempleo en alza, y con un incremento de la parte de esos salarios que se va en el pago de tarifas de servicios públicos.
Ya los indicadores de consumo masivo privados, tal el caso de Scentia, venían mostrando desaceleración en la caída, más allá de la continuidad en los negativos al comparar los niveles de ventas de los comercios en los primeros meses del año con los mismos meses del 2024. La mejora del 1,9% mensual desestacionalizado que publicó el Indec dio cuenta de que el sendero reciente vino mostrando mejoras relativas en las compras de los hogares en los supermercados.
Esa mejora, aunque algo lenta tras el desplome abrupto sufrido por la devaluación de diciembre del 2023, cuando la contracción llegó a ser del 9,5% en diciembre (había sido, para colmo, del 8,1% en noviembre) y del 2% en enero, fue en línea con la recuperación del salario registrado. Aunque lo cierto es que los sueldos en blanco siguen corriéndole de atrás a la inflación y que aún no alcanzaron a recuperar lo perdido tras la mencionada devaluación.
El propio Indec mostró eso en el Índice de Salarios de diciembre pasado, cuando se observó que los registrados (los no registrados, más allá de los festejos del Gobierno, se van publicando con cinco meses de rezago) seguían 5,2% por debajo de los niveles que habían alcanzado en noviembre del 2023, antes de la asunción del Gobierno y la devaluación del 54% en el peso, con impacto inflacionario récord desde la salida de la híper en 1991.
Desde la consultora Vectorial agregaron: “Los sucesivos aumentos en las tarifas de los servicios públicos (agua, gas, electricidad y transporte público), expensas, los servicios de medicina prepaga y la telefonía celular se comieron la recuperación de los salarios”. En ese sentido, el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP de la UBA-Conicet, remarcó que en marzo se registró otro alza de 7,7% en el costo promedio que los servicios tuvieron en un hogar representativo del AMBA. En la interanual, esa suba fue del 92%, muy por encima de una inflación anual que rondará el 55% en marzo. Así, los hogares gastan más dinero en servicios (hoy ese gasto ocupa el 11,3% del salario promedio) y les queda menos resto para el consumo masivo.
